Las bayas Kamchatka son conocidas sobre todo por los miembros de la industria, y encontrarlas en las plazas de Polonia sigue siendo algo bastante raro. No son tan dulces como los arándanos, pero las Kamchatka podrían convertirse en el nuevo éxito de exportación de Polonia, según informa Puls Biznesu.
La cosecha global de berries de Polonia asciende a unas 500.000-600.000 toneladas anuales. El país es una potencia mundial en la producción de fresas, grosellas, frambuesas y uvas crespas.
Sin embargo, la situación de los últimos años se ha vuelto difícil para los productores de grosellas, que han trasladado gradualmente su interés al nuevo éxito, las bayas Kamchatka, sobre todo por los elevados precios que se pagan por ellas.
"Las bayas Kamchatka congeladas se envían a Japón", comenta Tomasz Michalski, propietario de Gospodarstwa Ogrodniczego Haskap (Plantación hortícola Haskap). Su plantación lleva funcionando desde 1970 y hace tres años convirtió sus cultivos de grosellas en cultivos de Kamchatka.
Afirma que existe un consenso entre los productores de que es una buena oportunidad de mercado. Para ilustrarlo, explica que "1 kilo de grosella negra se vende a entre 0,30 y 0,50 eslotis (0,07-0,11 €), mientras que 1 kilo de bayas Kamchatka se vende a entre 10 y 16 eslotis (2,30-3,60 €).
Las bayas Kamchatka son una fuente rica en ácidos orgánicos, pectina y vitamina C (25-130 mg/100 g). Poseen muchas sustancias biológicamente activas (antocianinas y flavonoides) y tienen propiedades antioxidantes. También facilitan la eliminación de toxinas y metales pesados del cuerpo, por lo que reducen el riesgo de desarrollar cáncer.
Fuente: pieniadze.gazeta.pl
