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EE. UU.: Nueva variedad de uva de mesa para el clima del Medio Oeste

Brian Smith, profesor de Horticultura de la Universidad de Wisconsin-River Falls, ha recibido recientemente una subvención del Departamento de Agricultura de EE. UU. para ayudarle en su investigación sobre una nueva variedad capaz de sobrevivir al duro invierno de Wisconsin.

Smith, quien posee un doctorado en obtención de plantas, cuenta que ha cruzado uvas de California con unas uvas silvestres que crecen en Wisconsin llamadas uvas Riverbank, unas uvas que, de alguna forma, sobreviven a los inviernos duros.

"El proceso comienza con la diminuta flor de la uva", explica Smith. "Con unas pinzas, quito el estambre, pero dejo el pistilo. No queremos que se autopolinice".

Aparte de toda la ciencia, Smith afirma que desarrollar una uva de mesa resistente al frío es bueno para la economía de Wisconsin.

"Calculamos que, si conseguimos una uva resistente al frío, la industria estaría valorada en unos 18 millones de dólares al año", prevé Smith. "Los ingresos laborales serían de 4,3 millones de dólares y se crearían 350 puestos de trabajo".

Aproximadamente el 50% de todas las uvas que se cultivan en EE. UU. son para vinificación. El 50% restante son uvas de mesa, de zumo y pasas.

Ese es el mercado del que Smith cree que Wisconsin podría llevarse un pedazo —entre el 25% y el 50% del mercado— si su nueva uva resulta ser lo que espera que sea.

De hecho, Smith calcula que, si se combinan los 125 millones de dólares de uvas de vinificación de Wisconsin con las futuras uvas de mesa, zumo y pasas, podría rivalizar con otro cultivo de gran impacto económico en Wisconsin, la industria de los arándanos, de 300 millones de dólares.

"El lanzamiento de las nuevas variedades adaptadas podría transformar drásticamente un cultivo antaño poco rentable y poco realista en este estado en una industria vitícola próspera y rentable", comenta un entusiasmado Smith.

Todo depende del éxito en el cruce entre las uvas de California y las silvestres.

"El éxito significaría que la uva aguantaría un invierno duro y sería resistente a enfermedades e insectos; debería tener un buen sabor y un rendimiento elevado, y no tener pepitas", enumera Smith.

No lo sabrá hasta dentro de algunos años. Sin embargo, ya lo ha hecho antes.

Smith ya ha desarrollado cepas nuevas de arándanos (posee seis patentes pendientes), la ciruela Black Ice, fresas de alto rendimiento y está trabajando en un albaricoque y una ciruela amarilla "muy dulce".

Smith cree que los productores de la uva de vinificación actual podrían expandirse fácilmente para incluir estas nuevas uvas de mesa, zumo y pasas en su espacio actual y cree que podría atraer a otros pequeños agricultores de frutas, hortalizas y árboles frutales para que las añadieran también. Afirma que tienen el equipamiento, el conocimiento y la estrategia de marketing para hacerlo.

Planea plantar su primera cosecha de plantones de uva en junio en la Plantación Uno de la Universidad de Wisconsin-River Falls, entre la cuadra y las nuevas instalaciones deportivas. Después, tendrá que esperar de cuatro a seis años hasta que consiga las frutas.

Fuente: prairiebizmag.com
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