"Ecuador está agotado"

"¿Quién iba a esperar este cambio radical? 2015 ha sido uno de los peores años en la historia de las bananas de Ecuador. No esperábamos ningún cambio grande en el futuro próximo, pero el mercado ha dado un giro de 180 grados desde enero de 2016 y la demanda de bananas ecuatorianas sigue siendo excepcionalmente alta. No hay bastantes frutas para todos", explica Ad Wehlburg, de Exportaciones Durexporta, S.A. en Guayaquil, Ecuador.

El fenómeno de El Niño ejerce un papel importante en este cambio del mercado bananero global. "Colombia y Costa Rica se enfrentan a condiciones meteorológicas adversas: sequía extrema en Colombia y lluvias intensas en Costa Rica. Filipinas también está sufriendo una grave sequía, enfermedades de la banana (como el mal de Panamá) e incluso roedores como las ratas que perjudican a su producción. La producción de bananas en Filipinas ha caído de una media de 4.000 cajas de 13 kg por hectárea al año a 2.000 cajas. Se trata de un descenso de la producción del 50%, además de la disminución de la calidad de las bananas para exportación. Por último, pero no por ello menos importante, China ha sufrido varias oleadas de frío en las provincias meridionales productoras de bananas y, en la isla de Hainan, se han sufrido incluso heladas, lo que afectará a su producción este año", continúa Wehlburg.

Según Wehlburg, el único país con una oferta constante de bananas de calidad premium todo el año es Ecuador. "También tenemos que lidiar con algunos efectos de El Niño. Las lluvias y la falta de sol se traducen en retrasos en la cosecha en algunas regiones del país, ya que las bananas no pueden obtener la categoría de exportación requerida en espacio de una semana. Esta escasez de bananas en el mercado global ha provocado precios altísimos. Por ejemplo, el precio de mercado libre aumentó a entre 10 $ y 11 $ para las frutas peladas hace apenas dos semanas, o a unos 13 $ franco a bordo GYE (cajas de 40 libras o 18 kg a su llegada a destino). Las compañías (multinacionales) más grandes están exportando una gran parte de la oferta de bananas locales, ya que pueden permitirse pagar precios más altos. Esas compañías tienen ventajas logísticas, además de marcas fuertes que pueden vender a precios altos, lo que les da ventajas que nosotros no tenemos".

"Nuestro Gobierno obliga a los exportadores a trabajar con contratos anuales con el objetivo de ofrecer ganancias estables para los productores de bananas durante todo un año. Este precio mínimo oficial obligatorio para los productores no es algo nuevo; se aplicó en los años 80 y se considera una forma de sostenibilidad social. Este precio mínimo obligatorio es el único que existe en el mundo. Ningún otro país mantiene esta forma de sostenibilidad social para sus productores de bananas. No me opongo a la sostenibilidad social y medioambiental, al contrario. Sin embargo, este elevado precio mínimo oficial está sacándonos del mercado. Todos los otros países están vendiendo sus frutas mucho más baratas de lo que nosotros podemos venderlas".

"Como el mercado internacional de la banana fluctúa, creo firmemente que el precio mínimo oficial debería adaptarse a las condiciones del mercado global", explica Wehlburg. "Como el año pasado; en 2015, los precios en el mercado global estaban por debajo del punto de congelación, lo que nos imposibilitó vender nuestras bananas. Todos perdimos dinero con las bananas el año pasado: productores, exportadores, importadores, agentes, distribuidores, y también los supermercados y otros minoristas. Muchos tuvieron que dejar el negocio. Aunque el precio oficial ha bajado para 2016 apenas unos 16 centavos de dólar, sigue siendo alto (6,16 $) y rígido".

"Otra razón por las que las bananas ecuatorianas son caras es porque tenemos una economía dolarizada, lo que significa que no podemos jugar con la divisa local. Por último, aparte de China, Corea y Japón, estamos situados en el 'lado equivocado de Sudamérica'. Para ir a la costa este de EE. UU., Europa, Rusia, el Mediterráneo y Oriente Próximo, tenemos que cruzar el canal de Panamá. Es costoso, requiere mucho tiempo (lo que se traduce en tiempos de tránsito mayores) y, a menudo, las navieras desconectan los controles de temperatura de los contenedores durante demasiado tiempo".

Wehlburg no pierde el optimismo: "Mirándolo por el lado bueno, sí que tenemos las mejores bananas del mundo. Las bananas crecen grandes y sin estrés, así que podemos cosechar la fruta relativamente joven. Además, los fértiles suelos volcánicos dan a nuestra variedad Cavendish una piel gruesa y una pulpa firme de sabor excelente. Todo ello quiere decir que las bananas ecuatorianas tienen la vida útil más larga. Ninguna otra banana puede superar a la banana ecuatoriana en lo relativo a tiempos de tránsito y vida útil prolongados, y, por lo tanto, hay menos desperdicios para el minorista y para el consumidor final. Ahí es donde se compensa el elevado precio de nuestras bananas. Es más, nuestras bananas convencionales se fumigan mucho menos en comparación con las bananas de, por ejemplo, Colombia, los países de Centroamérica, Filipinas y China, lo que significa que la fruta es más saludable".

Wehlburg concluye: "El mal año 2015 ha vuelto cautelosos a los clientes de bananas. Nadie quería firmar contratos en octubre de 2015 para el año 2016, ya que aún estaban sufriendo pérdidas graves. Las negociaciones no empezaron hasta diciembre, y, con la llegada más o menos al mismo tiempo de las condiciones meteorológicas adversas ya mencionadas, los precios del mercado libre aumentaron rápidamente. Aunque somos líderes de mercado en las exportaciones de bananas con un 29% del mercado global, Ecuador está agotado. No hay suficientes frutas de calidad premium para todos. Prevemos que la situación no cambiará durante otros 3 o tal vez 5 meses, lo que significa que probablemente ampliaremos nuestra temporada alta este año. Eso podría compensar nuestras pérdidas del año pasado. Esperemos que sí".

Más información:

Ad Wehlburg
Exportaciones Durexporta