"Empezamos la campaña el 20 de abril con sensaciones positivas, aunque en el mes de mayo hubo una gran abundancia de precipitaciones e incluso alguna tormenta de granizo, algo muy poco habitual en esas fechas. Esto ha ocasionado mermas importantes, ya que hemos tenido que destinar alrededor de un 50% de la cereza temprana a segundas categorías por los problemas de rajado y hongos, que ablandan la pulpa de la fruta y el pedúnculo", explica Carlos Llambrich, gerente de la empresa Llamfruit, de Fraga. "De momento, no estamos teniendo problemas con las cerezas de media estación, aunque tememos que vuelva a llover en las próximas semanas". Hasta estos momentos, de acuerdo con Carlos Llambrich, los precios han sido altos (entre 5 y 6 euros el kilo) para las de primera calidad, aunque con la entrada en producción de otros orígenes, se espera que bajen en breve.
"Los precios se han mantenido altos por la buena demanda en los mercados de exportación y la falta de producto, y en parte, por el retraso de las cosechas del Jerte y Zaragoza. En estos momentos, están entrando grandes volúmenes de Turquía y Grecia a Europa, países que están gozando de unsa buenas condiciones meteorológicas y una campaña muy cómoda, por esto parece que los precios bajarán en los próximos días. A diferencia del año pasado, Turquía está enviando más cereza a Europa, a raíz del veto de Rusia a sus productos".

Llamfruits exporta sus cerezas a Europa y mercados lejanos. "Hemos estado enviando hasta ahora nuestra mejor selección de cerezas a Dubái, aunque este año nos ha sido más complicado por las mermas. En breve empezaremos a enviar a Brasil y a Hong Kong".
"Estamos aumentando volúmenes cada año y especializándonos en mercados exigentes en los que la cereza es un producto de lujo. Para eso seleccionamos fruta con coloración oscura, altos grados Brix y textura dura", indica.
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