Según Susan Jebb, profesora de Dieta y Salud Poblacional en la Universidad de Oxford, los niños se están acostumbrando al "dulzor intenso y excesivo" de los edulcorantes artificiales con los que no puede competir la fruta. Señala que elaborar alimentos menos dulces ayudaría a que los niños disfrutaran comiendo alimentos más saludables que no saben tan dulces. Los edulcorantes se emplean para reemplazar el azúcar de los alimentos como alternativa baja en calorías.
"Lo que de verdad me gustaría es que los fabricantes empezaran a eliminar no solo los azúcares de la dieta, sino también la dulzor.
"Uno de los motivos por los que nos cuesta que los niños disfruten de la fruta, por ejemplo, es que una vez se aclimatan al dulzor excesivo e intenso de los azúcares o edulcorantes añadidos, la fruta ya no tiene ese delicioso sabor dulce que antes reconocíamos".
El profesor Jimmy Bell, experto en obesidad de la Universidad de Westminster, dice que ha aconsejado a sus estudiantes y a sus propios hijos que consuman azúcar en lugar de alimentos edulcorados artificialmente.
Indica: "Consumid azúcar bueno, consumid un buen chocolate en lugar de chocolate basura. Disfrutad de vuestro azúcar, pero reducid la cantidad, y seguiréis teniendo una vida feliz".