La demanda de naranjas se ha reactivado tras las vacaciones, ya que se consumen muchas en los comedores de los colegios y en el trabajo, y continuará aumentando a medida que bajen las temperaturas a partir de septiembre.
Se prevé que los precios continúen al alza a raíz de la escasa oferta de Sudáfrica, que podría terminar un mes antes de lo habitual y puede que ni siquiera llegue a la semana 37. Por eso, los importadores rusos buscan otros mercados, como Uruguay, que llenen el hueco hasta la semana 39 o la 40, pero su volumen no se puede comparar con el de Sudáfrica. Con toda probabilidad, esta situación provocará una escasez en noviembre hasta que comience la temporada egipcia.
Aunque se reanudarán las importaciones de limones de Turquía, no está claro si Rusia le permitirá exportar mandarinas y pomelos esta temporada.
"Esperamos un mercado bueno y estable para las mandarinas cuando comience la temporada de Argentina. Sin embargo, hace dos semanas sufrieron granizadas y muchos productores temen exportar a Rusia porque podrían surgir problemas de calidad durante el transporte", explica un importador ruso.
"Si no se permite a Turquía acceder al mercado ruso, habrá escasez de mandarinas en octubre. Esta temporada de cítricos ha sido muy inusual, especialmente para las naranjas, los pomelos y las mandarinas".
Actualmente, en el mercado ruso, las mandarinas, Nadorcott y Murcott de Argentina se venden a 14,50 $ la caja; las mandarinas de Perú suelen ser más caras porque tienen mejor calidad, y la caja de 10 kg se vende a 16,50 $ o 17 $. Los precios de los limones apuntan a la baja, con un precio medio de 36 $ por 18 kg. Los de las naranjas han estado fluctuando entre los 12,15 $ y los 16,41 $, dependiendo del calibre, la calidad y la variedad, ya que los importadores intentan subirlos.