Una calle de Teherán (foto: Massimiliano Montalti)
"Hace poco nos reunimos con algunos operadores iraníes en Teherán y con otros en Dubái. Teherán es una ciudad con más de 8 millones de habitantes y la economía está creciendo. La mayoría de las sanciones que limitaban el comercio se han eliminado y el 80% de la población tiene menos de 35 años. En mi opinión, el producto italiano podría encontrar un mercado excelente en Irán, en especial entre el segmento acaudalado de la población, los hoteles y los restaurantes. En los próximos 5 años se construirán en torno a 150 hoteles. Desde el punto de vista de la logística, Irán es un mercado al que podemos exportar conocimientos y modelos organizativos".
Vendedor de frutas y hortalizas en Teherán.
Montalti subraya que no se debe "conquistar" Irán, sino considerarlo un aliado. Los italianos están muy bien valorados, ya que nunca se han declarado contra esta república islámica en los conflictos pasados.
Dubái
Dubái es una historia totalmente distinta. El dinero no es un problema; la ciudad alberga el rascacielos más alto del mundo (828 metros), las autopistas de 5 carriles son perfectas para los Porsches y Ferraris, todo es caro y tres amigos en un restaurante pueden gastar 400 euros en algo que costaría 100 en Italia.
Vistas de Dubái desde Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo
"Muchos se han lanzado de cabeza al mercado de Dubái, pero aún quedan algunas posibilidades que aprovechar. Lo mejor es aliarse con alguien que ya esté en el mercado, y después se necesita un producto innovador. Si les gusta, estarán dispuestos a pagar por él, el dinero no parece ser un problema".