En torno al 90 por ciento de la col del mundo se produce en Europa y Asia. En el norte de Europa, hay un buen mercado para la col. Esta situación se debe, en parte, el crecimiento del mercado de conveniencia, en el que la col se incorpora a muchos productos. Aunque las coles pequeñas prosperan en estos países, los consumidores rusos prefieren los tamaños grandes. En Estados Unidos, los productores tienen problemas de cultivo que están retrasando el suministro y provocando el alza de los precios.
Problemas de polilla en Estados Unidos
Gracias al suave clima del valle de Santa María, en California, los productores producen coles todo el año. La cosecha de la col lombarda y la col de Saboya no cesa durante todo el año, según un productor. En la cálida primavera y el caluroso verano, la temporada de cultivo dura 125 días. En los meses frescos de otoño e invierno, se amplía a 165 días. En esta época del año, el Valle Central de California y los estados orientales de Georgia y Nueva Jersey también están en el mercado.
Los productores de la parte occidental del país se están viendo obligados a enfrentarse a la polilla de la col. Pese a que hay buen suministro de otras partes del país, el volumen está bajo presión, lo cual conlleva una tendencia alcista de los precios.
Antes de celebraciones como Acción de Gracias y San Patricio, la demanda de coles se incrementa. Existe un mercado especialmente bueno para la col de Saboya, que es mucho más apreciada que la lombarda. La demanda crece porque la col se usa mucho en ensaladas de IV gama.
El mercado de la col crece en Bélgica
En Bélgica, la demanda de la col blanca está en aumento. Aunque esta variedad ya es muy común en Países Bajos, en Bélgica todavía es muy poco conocida. Un productor afirma que no han sido capaces de satisfacer la alta demanda de esta col, la cual planea tener disponible durante seis meses. La variedad lombarda es todavía menos conocida que la blanca, y despierta algo de interés en el sector de la restauración, pero casi ninguno en el mercado. En general, el mercado de la col belga está registrando un flujo positivo. La demanda de col está avanzando hacia calibres más pequeños, con pesos de entre 1,3 y 2,2 kilos. gracias a los platos preparados, la demanda de col se ha incrementado en los últimos años.
Los rusos demandan coles grandes
Hasta noviembre, ha habido suficiente col nacional en el mercado ruso. Después, llega Serbia al mercado. Un destacado importador explica que el mercado se ha visto afectado negativamente por el veto. Su empresa solía importar de Países Bajos, Alemania y Polonia, tres países que han desaparecido tras el veto. A través de Bielorrusia hay mucho contrabando, principalmente de col polaca, pero el mercado de estos productos parece estar encogiéndose.
El consumidor ruso prefiere la col blanca, la china y la lombarda, siendo la blanca la gran favorita. La demanda es especialmente buena para los calibres grandes. En general, hay poca demanda de calibres pequeños, que funcionan bien en otras partes de Europa. El mercado registra su pico en los meses de invierno, mientras que, en verano, la demanda se reduce considerablemente. Además, el mercado es propenso a las fluctuaciones de precio y a los cambios en la oferta.
La col mantiene su demanda en Alemania
Un comerciante explica que una gran porción de la col que comercializa se importa de Italia. En los dos últimos años, la demanda de col se ha incrementado. El producto sigue siendo apreciado por los consumidores alemanes, y funcionan particularmente bien las variedades verde, morada y blanca. Según un comerciante, esto se debe a la versatilidad de la col. Las hortalizas tradicionales como la col y la patata prosperan en el mercado alemán. Una empresa explica que a la vista de la creciente demanda de los últimos años, su producción también se ha incrementado en un 5%.
Portugal cultiva col para exportación
Aunque la col china no tiene mucha demanda entre los consumidores portugueses, una compañía ha visto el potencial del producto en los mercados nórdicos. Actualmente, el productor cultiva col en los meses de invierno para los países nórdicos y Reino Unido. De este modo, el país cubre los huecos de las temporadas de los países nórdicos. La temporada va de noviembre a mayo. El año pasado, los productores portugueses disfrutaron de una buena temporada. Varios países sufrieron problemas de calidad y la demanda fue buena. Este país del sur de Europa se quedó prácticamente solo en el mercado durante más de un mes. El productor probó con el cultivo de la col china roja, un producto que, en su opinión, tiene un buen potencial. Los consumidores portugueses tienen preferencia por los tipos de col más tradicionales.
Italia espera una buena cosecha
Las principales zonas de cultivo están situadas en el sur de Italia. Lacio, Véneto y Emilia-Romaña son los mayores productores de col. La oferta de col es muy diversa, va desde el color blanco al rojo oscuro. La temporada en Verona, Padua y Rovigo ha comenzado bien para los 300 productores asentados allí. Los meses de verano no han sido demasiado calurosos, por lo que las perspectivas apuntan a una buena cosecha a mediados de este mes. La superficie dedicada a la col de Saboya está bajo presión y se ha confirmado un descenso del 30%.
Debido al gran suministro de hortalizas, el precio en el mercado de Lusia fue bajo a principios de octubre. La caída repentina de las temperaturas condujo a un aumento de la demanda de col en el mercado de Turín. La venta de col de Saboya ha sido buena, con precios de entre 0,40 y 0,45 euros por kilo para la col de Piamonte y Véneto. Una nueva tendencia es la creciente demanda de kale (o col rizada) en el mercado, debido a que se considera un superalimento.
Francia
Los precios en Francia oscilan entre 50 y 75 céntimos la pieza, en función de la variedad y la calidad. La col ecológica es mucho más cara, con un precio de entre 3 y 4 euros.
Cada semana, FreshPlaza y AGF.nl publican un resumen de la situación del mercado de un producto en su contexto global. Con estos artículos, nuestro objetivo es ofrecer una idea de un mercado global que se vuelve cada vez más pequeño como resultado de la globalización. El próximo artículo se centrará en las peras.