En los últimos días las temperaturas han subido un poco más, pero el daño ya está hecho. La mayoría de las variedades que se plantan en el sur del país ya no se pueden recolectar, e incluso nuevas variedades de clementinas que esperaban sacar este año, se han echado a perder.
“Comparando con el año pasado, en el que hizo mucho calor, éste ha sido catastrófico. Cerca de un 70 u 80% se ha perdido. Se trata de una carrera para poder llegar y suplir toda la demanda”, asegura Dino Pietrosanto, gerente de Fruit & Veg.
No obstante, asegura Pietrosanto, “se vende menos, pero se vende bien”, en cuanto al comercio nacional se refiere. No sucede lo mismo con las exportaciones. Si antes la situación era lenta debido a la gran competencia con otros países, en este momento las frutas italianas están “fuera de juego”, como califica el gerente de Fruit & Veg.
No obstante, asegura Pietrosanto, “se vende menos, pero se vende bien”, en cuanto al comercio nacional se refiere. No sucede lo mismo con las exportaciones. Si antes la situación era lenta debido a la gran competencia con otros países, en este momento las frutas italianas están “fuera de juego”, como califica el gerente de Fruit & Veg.
Uno de los principales problemas ha sido la rotura de plásticos de invernadero, así como congelación del agua en los sistemas de riego. Esto ha hecho que las infraestructuras queden totalmente dañadas, afectando, de esta forma, a las plantas y los frutos.