Como consecuencia, los volúmenes de producto sin vender fueron tan significativos que penalizaron el inicio del mercado de la patata nueva. Esto, a su vez, condujo a una constante depreciación de las patatas italianas destinadas al mercado nacional, a pesar de que muchos habían creído que los precios subirían por la menor producción causada por las condiciones meteorológicas.
En la actualidad, a nivel europeo, estamos presenciando las constantes dificultades del mercado francés de la patata. Los precios más bajos de la nueva producción de patata y el miedo a una cosecha abundante ha afectado también a las patatas de consumo. No obstante, todas estas preocupaciones parecen prematuras: como su producto ha sido muy temprano, Beauce (una región que en realidad solo representa el 10% de la producción nacional) ha generado la idea de sobreproducción.
En otras regiones como Campaña y Picardía, la producción tan solo ha superado ligeramente la media histórica y, de hecho, la NEPG ha estimado unos volúmenes para esta campaña menores que los de 2014. Es más, el incremento de la superficie cultivada ha sido más para producto para industria que producto para consumo. En Alemania, el rendimiento se sitúa por debajo de la media. En Baviera, una combinación de temperaturas frías y sequía excesiva ha dañado las variedades más tempranas.
El producto italiano también ha sufrido por las condiciones meteorológicas, lo que significa que la producción es inferior a la media de los últimos cinco años. Por tanto, los precios se deberían haber mantenido acordes a los del periodo medio.
A la luz de todo lo anterior, UNAPA opina que los precios actuales están absolutamente injustificados. Todo el sector italiano debería acordar una política común, pues los productores podrían obtener precios que les devolvieran sus inversiones. La desorganización perjudica al valor del producto en el mercado, en especial debido a que las patatas están sujetas a fuertes fluctuaciones semanales.
Los consumidores ya no se ven atraídos por los precios bajos, pues lo cierto es que compran patatas en función de su origen, el tamaño del paquete, la variedad y el uso previsto. Por tanto, es importante promover una calidad alta haciendo conocedora a la gente de las distintas variedades. Las políticas especulativas no garantizan beneficios significativos y no fomentan el consumo. A UNAPA le gustaría invitar a toda la cadena italiana de producción a organizarse.