Un producto de cocina común podría mejorar los protocolos de lavado de frutas. Un nuevo estudio, publicado en el 'Journal of Agricultural and Food Chemistry' el jueves, descubrió que el bicarbonato de sodio podría eliminar muchos más plaguicidas de la piel de una manzana que el agua corriente o un lavado con cloro.
"En general, en los EE.UU., la cantidad de pesticidas en las manzanas está bien controlada", dijo Lili He, científico de alimentos de la Universidad de Massachusetts en Amherst y uno de los autores del artículo.
Los científicos ya sabían que los pesticidas podían ser absorbidos por las frutas y que el bicarbonato de sodio podía eliminarlos. Sin embargo, nadie había medido cuánto se absorbían los pesticidas. "Somos los primeros en estudiar la absorción de los mismos y cuán difícil puede ser eliminarlos", explicó.
Para sus experimentos, usaron manzanas gala ecológicas de una tienda local y obtuvieron dos productos químicos que a menudo se usan para tratar frutas en los Estados Unidos. Uno, tiabendazol, contra los hongos; el otro, fosmet, contra los insectos. Aplicaron los pesticidas a las manzanas al máximo nivel permitido por las regulaciones de EE.UU. Después, intentaron quitar los pesticidas usando agua del grifo, lejía y un lavado de bicarbonato de sodio.
Después de lavarlas con bicarbonato de sodio durante 15 minutos, casi todos los productos químicos se habían eliminado de la superficie. Sin embargo, algunos habían sido absorbidos por la propia manzana. Incluso el bicarbonato de sodio no pudo eliminarlos.
"La piel de la manzana tiene muchos nutrientes, pero también es la que contiene la mayor cantidad de pesticidas", dijo. "La manzana es una fruta interesante, porque puedes pelarla o no. Es una elección personal. "Esa no es una opción para otras frutas y hortalizas como las uvas o las espinacas.
Ninguno de los pesticidas está claramente asociado con impactos a largo plazo en la salud, como un mayor riesgo de cáncer (al menos no en dosis bajas). Pero palabras como "riesgo" y "seguridad" siguen siendo difíciles de usar en un contexto de consumo, señaló. "Lo que podemos hacer es reducir el riesgo de exposición a plaguicidas en los alimentos".