Los kenianos Ephantus Mwangi y su mujer Pauline han dedicado sus vidas a ayudar a adolescentes embarazadas, madres jóvenes y bebés, desde su hogar de acogida en las afueras de la ciudad de Kitale.
Durante una visita a los Países Bajos, la pareja se dio cuenta de que, aunque el país del norte de Europa es del mismo tamaño que la Provincia Central de Kenia, es un importante exportador de alimentos, conocido por su agricultura avanzada. Con esto en mente, buscaron vincular las agriculturas y ser mentores de los jóvenes en su ciudad natal de Kitale. Comenzaron un agronegocio, con sólo 2 hectáreas, para mantener el hogar de acogida de 40 niñas y ayudarlas a volver a la escuela.
Ahora su finca produce maracuyá y sandías. Cosechan 100 kg de maracuyá todas las semanas, los clasifican, envasan y exportan a la UE.
Para obtener la certificación para exportar a la UE, se requiere un certificado KenyaGAP de la Asociación de Exportadores de Productos Frescos de Kenia (FPEAK). El proceso para adquirirla es caro, tedioso e implica largas esperas y reiteraciones, pero para Mwangi, valió la pena.
The-star.co.ke informa sobre cómo los ingresos de la venta de fruta han sostenido su hogar de acogida y han transformado las vidas de madres y bebés. Las chicas vuelven a la escuela y Mwangi paga sus gastos, gracias al maracuyá y las sandías.