En Nueva Zelanda, la producción bruta comercializable de kiwi amarillo es casi el doble que la de kiwi verde, por lo que es comprensible que los productores apuesten por el primero, si bien existen cuotas específicas. Este tema salió a debate el 7 de abril en Cesena, durante una conferencia que contó con la presencia de Micro Montefiori, gerente técnico de Newplant. Trabajó en Nueva Zelanda muchos años y regresó a Italia hace 18 meses.
Mirco Montefiori en la conferencia del 7 de abril
"Los kiwis amarillos están cobrando popularidad de nuevo por su elevada producción bruta comercializable. Pero yo creo que los kiwis verdes también vivirán una subida. Hay mucho espacio para variedades nuevas que satisfagan las necesidades del consumidor. Sin embargo, la mejora genética de las variedades verdes no ha traído muchos cambios, y la variedad más difundida sigue siendo la original".
Debido al tiempo de los últimos meses, con heladas, sol, lluvia y nieve, el riesgo de PSA es bastante alto. Montefiori está seguro de que la enfermedad volverá a manifestarse en los huertos de kiwis.
"Las mallas antilluvia funcionan bien contra la PSA, pues protegen a los árboles del granizo y de las temperaturas bajas. No son una solución, pero ayudan a mantener baja la incidencia de la enfermedad".
En cuanto a los volúmenes y la comercialización, Montefiori subraya que la maduración se debe controlar por huerto en lugar de por empresa. Esto se debe a que los niveles de maduración pueden cambiar de una parcela a otra dentro de una misma empresa. La edad de los árboles, la exposición y el suelo bastan para que todo cambie.
"Zespri fue la primera en introducir el parámetro de la materia seca como índice para evaluar la calidad de la fruta, y existe un incentivo para todos los lotes que alcancen cierto nivel de materia seca. Los niveles Brix, la dureza y el color ya no son suficientes para determinar si una fruta es de calidad superior".