La demanda de Cantaloupe es más fuerte en la costa oeste que en la costa este ahora mismo. Así, mientras que en la costa oeste se va reduciendo la oferta, en el este hay más suministro y disponibilidad. La fruta proviene de Guatemala y de Honduras, y se esperan las primeras frutas nacionales el mes que viene.
Los productores tienen grandes esperanzas puestas en que la temporada nacional sea excelente. Barry Zwillinger, de Legend Produce, dice que las condiciones han sido extraordinarias, tanto en California como en Arizona. "Cuando plantamos la fruta el primer día del año, las temperaturas eran estupendas y todo salió de la tierra de maravilla. El cultivo ha continuado creciendo muy bien y ahora mismo hace un tiempo ideal". Dice que están siguiendo el calendario previsto al día, para cosechar este año igual que el año pasado. La temporada nacional del Cantaloupe comienza el 1 de mayo y continúa hasta finales de agosto. Indica que el cultivo tendrá un buen tamaño y que el calibre de la fruta será entre bueno y normal.
Los cultivos no han hecho frente a ningún reto grave, si bien se han registrado daños en algunos campos de ambos estados por temperaturas bajo cero en la última parte de febrero y a principios de marzo. Zwillinger no está preocupado: "En el cómputo general es insignificante. En el volumen y en la producción totales no tendrá ningún efecto". Las lluvias han retrasado algunas plantaciones, pero afirma que, en general, las fechas de inicio y de fin no cambiarán. Sin embargo, lo que sí que ha cambiado es la cantidad de fruta que se destina a la industria. "La categoría de fruta cortada en la gran distribución está ganando importancia; cada vez son más los que están empezando a cortar la fruta en lugar de venderla de una pieza".
Su Cantaloupe Origami patentado ha tenido una demanda mucho más elevada en 2018 y también el año pasado experimentó marcados incrementos. "La gran distribución ha visto caer la demanda y el consumo de Cantaloupe. Cuando trabaja con alguien como nosotros, que nos centramos únicamente en el sabor y no en un precio bajo o una vida útil larga, es donde entra en juego el Origami, y por eso le ha ido tan bien", explica Zwillinger. Los compradores más jóvenes son los que no están dispuestos a seguir gastando dinero en algo que no les parece que sepa bien. "No son como los compradores de más edad como yo, que regresan tras una semana o dos. El comprador más joven es posible que no vuelva nunca más a por ese producto. Creo que las grandes cadenas de la gran distribución con las que trabajamos se están dando cuenta de esto y de que no pueden permitirse ofrecer al comprador una alternativa pobre".
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Barry Zwillinger
Legend Produce
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