Si bien la campaña de arándanos española ha transcurrido con rendimientos bajos en campo debido a las suaves temperaturas y a la abundancia de lluvias y días nublados, la situación ha dado un giro hacia un agolpamiento de fruta y ventas más estancadas.
"La meteorología inestable de este año ha afectado a la producción de todos los berries en general, aunque posiblemente ha sido mayor en el caso de la fresa", comenta Carlos Esteve, del departamento comercial de Onubafruit.
"Si bien la campaña de arándano ha sido buena en general, su cosecha ha llevado un retraso significativo y todavía nos quedan cantidades importantes de arándano disponible. Son cantidades que no esperábamos para estas fechas, nos ha pillado un poco por sorpresa y está dificultando un poco la venta. Pensábamos que habíamos atravesado ya el pico de producción y nos hemos encontrado de pronto con volúmenes más grandes de lo que esperábamos. Y es que, a diferencia de las demás berries, el arándano necesita una planificación de las ventas más precisa y compleja".
A esto se sumará el adelanto de las producciones de arándano del centro y norte de Europa, que vienen adelantadas respecto a otros años debido al clima favorable durante la primavera, al contrario que en el sur de Europa, de acuerdo con Carlos Esteve, así como la entrada en el mercado de la fruta de verano como el melón y la sandía y la fruta de hueso, que ejercen más competencia en los lineales.
Por otro lado, "los bajos rendimientos que han habido hasta ahora y el aumento de consumo de arándano que se da cada año, han evitado que se colapsen las ventas este año como muchos temían", añade.
Onubafruit destina sus arándanos a los mercados europeos mayoritariamente y cada vez exporta más arándanos al sudeste Asiático, donde esta campaña han triplicado las exportaciones respecto al año pasado.