El primer efecto para el sector hortofrutícola almeriense es que ese Corredor Central supone una plataforma de salida para las mercancías procedentes de Marruecos, particularmente sus hortalizas, que de esta forma competirán con ventaja con las almerienses en los mercados comunitarios.
Inversiones
La cuestión es que Marruecos ha iniciado ya el camino para aprovechar esa nueva vía de salida hacia Europa y ha destinado fuertes inversiones en sus infraestructuras.
Por una parte se está produciendo un desarrollo importante de cultivos de invernadero en una zona al sur de Tánger, por otra ya se han realizado inversiones importantes para mejorar las conexiones desde esas zonas de cultivo y el puerto de Tánger Med, ubicado frente a las costas gaditanas. Entre esas infraestructuras una línea de alta velocidad ferroviaria que tiene su estación término en el propio puerto.
Vía directa
De esa forma, y tras cruzar el estrecho en barcos portacontenedores, las hortalizas marroquíes tendrán a su disposición el corredor central que atraviesa España hasta la frontera francesa. Es el temor de los agricultores almerienses que, por boca del secretario general de Coag-Almería, Andrés Góngora, advierten que, en el mejor de los casos, el sector hortofrutícola almeriense tendrá que esperar cuatro años para tener acceso por tren a los mercados comunitarios porque el Corredor Mediterráneo avanza a una velocidad muy inferior al central.