Se dice que los romanos fueron los que expandieron el cultivo de la frambuesa de Asia y Europa del Este a todo el continente europeo; la usaban principalmente como alimento y medicina. Pero esta fruta, muy demandada en los Estados Unidos, Austria y Alemania, no conquista los paladares criollos: en la Argentina solo se consumen 15 gramos per cápita al año (100.000 kilos se comen frescos y 500.000, congelados).
A nivel global, Estados Unidos está primero en el podio del consumo de frambuesa, ya que capta 20% de la oferta mundial de esta fruta fresca. En tanto, Austria y Alemania absorben cada uno 15%. El 90% de la producción mundial se congela con destino industrial, principalmente para la elaboración de jugos concentrados, aunque también se utiliza para la pastelería, helados, etcétera.
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, su producción mundial -que es de unas 412.000 toneladas- y el consumo global están concentrados en el hemisferio norte. El principal productor es Rusia, de donde surge el 30% de la oferta mundial.
En lo que hace a la producción local, más de 70% se da en la Patagonia. El Alto Valle de Río Negro y Neuquén producen el 35% de la frambuesa en el país.
Fuente: lanacion.com.ar