¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
210.000 toneladas de melocotones y nectarinas

Melocotón, nectarina y pavía francesa: previsiones para la cosecha de 2019

Tras una campaña en 2018 marcada por los daños de las heladas en la flor, 2019 ha sido más clemente para el sector de las frutas de hueso francesas. Las heladas han afectado a algunas parcelas, pero de forma muy anecdótica. La floración ha sido bastante precoz y abundante, lo que hace incluso temer importantes necesidades de aclareo. Sin embargo, el descenso de las temperaturas y la ralentización de la vegetación han frenado estos trabajos. Los fruticultores prefieren ver lo que quedaría en los árboles antes de intervenir. Sin ningún problema meteorológico importante, la producción debería ser buena y acercarse a un potencial óptimo.

En melocotones y nectarinas, las previsiones de cosecha son de 210.000 toneladas, un 17% más respecto 2018 y un 3% menos respecto a la media de 2013-2017. El descenso estructural de las superficies que existe desde hace unos 20 años parece que se va a terminar.

Para las pavías, las superficies son estables, con un aumento de producción previsto del 20% respecto a 2018, y de un 1% más respecto a la media de 2013-2017.

Resumen de la cosecha de 2018
A nivel europeo, tras una campaña 2016 positiva para la
producción, 2017 fue más complicado. El 2018 estuvo marcado por una producción deficitaria, seguida de unas heladas que han afectado a numerosas zonas de producción en Europa. La situación del mercado y los precios han sido heterogéneos.

Para las producciones italianas y españolas, destinadas a los mercados del norte de Europa, a pesar de una oferta a la baja, los precios siguieron siendo relativamente bajos. Aunque no llegaron a los niveles mínimos de 2017, estuvieron a menudo por debajo de los costes de producción en estos países, a pesar de todo, competitivos.

Por el contrario, el producto francés ha podido beneficiar a su mercado nacional con precios de expedición muy correctos, que se mantuvieron firmes debido al déficit de oferta durante toda la temporada, y a la voluntad de numerosas marcas de distribución por favorecer a los productos franceses y a aceptar un diferencial de precios muy significativo.

El déficit de producción, la debilidad de los rendimientos en determinadas parcelas y en algunos sectores, han empañado un resultado para el sector francés que habría podido ser muy satisfactorio.

Esta situación se confirma desde hace al menos 3 años, con la aparición de un diferencial de precios marcado en el mercado francés entre el producto francés y el producto importado, principalmente de origen español. Es, sin duda, resultado de los esfuerzos realizados por el sector francés en materia de calidad de los productos, de servicio, de organización, de comunicación, de intercambios y de acciones colectivas, como la iniciativa "huertos ecorresponsables". Pero también es el efecto de la moda del "producido en Francia" que afecta a todos los lineales. Es la confianza del consumidor en un producto francés ante un producto extranjero, pero también hay que ser consciente del resultado del descenso del potencial de producción, porque nunca ha sido tan fácil mantener estos precios; solo cuando las reservas están bajo mínimos, es el caso desde que en Francia se redujeron a unas 200.000 toneladas de melocotones y nectarinas.

En todo caso, este conjunto de factores vuelve a dar un impulso al sector francés. Aumentan las tasas de renovación de huertos, aparecen nuevas plantaciones y, a pesar de la sharka, que está siempre presente, y a la dificultad de encontrar tierras adaptadas en algunas zonas de producción, el sector del melocotón y de la nectarina francesa parece haber encontrado perspectivas y parece volver a arrancar.

La situación es diferente, sobre todo, en España. Estos
últimos años han sido difíciles, se han frenado las plantaciones y se ha establecido un plan de arranque en Cataluña. Todavía hay que verificar los efectos de este plan, porque como ocurre a menudo, este tipo de dispositivo solo confirma las decisiones de arranque que ya se habían tomado.

La competencia sigue siendo fuerte. Parece que la producción francesa ha perdido los mercados del norte de Europa por ser poco competitiva, excepto en algunos nichos, sobre todo en Suiza y en Bélgica. 

La batalla va a continuar en el mercado francés con dos estrategias bastante opuestas. Del lado francés, el trabajo iniciado hace algunos años va a continuar para intentar crear un valor añadido sobre el producto. Para ello, se continuarán realizando iniciativas en el ámbito del medio ambiente, al conseguir el desarrollo de los huertos responsables con el medio ambiente y el certificado HVE (Alto Valor Medioambiental) de nivel 3, que han conseguido numerosos productores. Este año, el segmento de la producción ecológica se ha beneficiado de niveles de remuneración muy elevados, lo que motiva a algunos productores (sobre todo en Rosellón) a dar el paso, a pesar de las dificultades técnicas.

En España, la estrategia es, en principio, la opuesta. El punto fuerte de la producción española es su competitividad, basada mayormente en los bajos costes de mano de obra, pero también en una fuerte intensificación en el huerto y en la planta de envasado. El punto
débil es la pobre valorización de los productos en el mercado, sin duda debido a la mala gestión del aumento de los volúmenes y a no defender los productos.

Fecha de publicación:

Artículos relacionados → Ver más