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Entrevista con Giuseppe Parrella, investigador del CNR

Italia: Información sobre el Tomato Brown Rugose Fruit Virus (TBRFV)

El TBRFV es un nuevo tobamovirus, identificado en el tomate por primera vez en Israel a finales de 2014. Posteriormente se encontró en Jordania (2015), luego en México (2018) y después hubo una rápida sucesión de infestaciones en otros países: California (2018), Alemania (2018), Palestina (2019) y en Italia (2019), concretamente en Sicilia.

Para comprender más acerca de esta enfermedad vegetal, FreshPlaza entrevistó a Giuseppe Parrella, investigador del Instituto para la Protección Sostenible de Plantas del CNR (Consejo Nacional de Investigación italiano), del departamento de Portici, situado en la provincia de Nápoles.

FreshPlaza (FP): ¿Cuáles son las principales propiedades de TBRFV y cuáles son las diferencias con otros tobamovirus del tomate?

Giuseppe Parrella (GP): El género Tobamovirus incluye virus con características biológicas muy similares:

• las partículas son rígidas y simétricas de tamaño similar (aprox. 300 nm);

• la transmisión se produce a través de semillas infectadas, a través del contacto entre superficies contaminadas (plantas, herramientas, ropa, etc.) y plantas sanas, y a través de material de propagación infectado (plántulas y plantas injertadas);

• la infectividad se mantiene durante mucho tiempo fuera de la planta, de modo que las semillas pueden permanecer contaminadas durante mucho tiempo (la superficie externa y, también, mínimamente, el endospermo), así como cualquier superficie contaminada con contenido biológico de plantas infectadas, y en el suelo en residuos vegetales contaminados.

Sin embargo, mientras que el virus del mosaico del tabaco (TMV) y el virus del mosaico del tomate (ToMV), los tobamovirus más comunes en los tomates, están controlados de manera efectiva por el gen de resistencia Tm-22, normalmente utilizado para la creación de todos los híbridos de tomate destinados a cultivos de invernadero, el TBRFV puede causar síntomas severos incluso en los genotipos resistentes.

En los tomates, la transmisión mecánica es muy fácil, por lo que se debe tener cuidado de no favorecer la transferencia del virus de material infectado (plantas infectadas con el virus, superficies, ropa y herramientas contaminadas) a plantas sanas.

El virus se puede diseminar especialmente durante las labores de trasplante o durante las diversas etapas de producción, cuando las plantas se manejan de manera regular para labores tales como entutorado, poda, defoliación, etc.

La infección también puede comenzar con frutas infectadas, que se manejan no solo en el campo (por ejemplo, durante la cosecha) sino también en los diversos lugares donde se entregan y se consumen frutas (supermercados, mercados, bares o restaurantes, etc.).

Fig. 1 - TBRFV: síntomas en frutos (A) y en hojas (B) de tomate

FP: ¿Cuáles son los síntomas causados por el virus TBRFV?

GP: Los síntomas producidos en el tomate por el TBRFV son muy similares a los causados por el TMV y el ToMV en genotipos de tomates susceptibles a ellos, es decir, los que carecen del gen Tm-22.

En las hojas se puede desarrollar un mosaico verde (Fig. 1 B), con una intensidad variable según el caso, a menudo asociado con deformaciones y reducciones de la lámina de la hoja, con la rotura y el agrietamiento de los bordes de la hoja, a veces muy pronunciados y profundos, dando el aspecto de hoja de helecho.

Los frutos que se obtengan de las plantas infectadas, considerando que el porcentaje de daños en la floración puede ser muy alto debido a la enfermedad, pueden mostrar una reducción marcada en el tamaño y una superficie rugosa, mientras que la coloración puede verse afectada significativamente debido a la inducción de síntomas similares al “jaspeado” del tomate o blotchy ripening en inglés: coloración pálida de las áreas más o menos regulares de la fruta que están bien contrastadas por el color normal restante de la fruta (Fig. 1 A).

El conjunto puede o no estar asociado con unas manchas necróticas oscuras, densas o escasas, que se presentan de manera general ligeramente hundidas. Otro síntoma característico es la decoloración y la adquisición de un color marrón o, en los casos más graves, la desecación de las puntas de los sépalos durante las fases iniciales del desarrollo de la fruta.

De importancia fundamental: si los síntomas descritos anteriormente se observan en genotipos de tomate resistentes (aquellos con el gen Tm-22), deben considerarse como una indicación de una infección probablemente causada por TBRFV.

PF: ¿Qué hacer si se sospecha que hay infección por TBRFV?

GP: En primer lugar, se debe comprobar si los síntomas observados son los mismos que los descritos. Si esta primera observación confirma las sospechas de infección por tobamovirus, entonces será prudente aislar las plantas sospechosas y todas a su alrededor en un radio de 1,5 metros y comenzar a manipular estas plantas con las precauciones fitosanitarias necesarias en este caso: uso de monos, protectores desechables para zapatos y guantes desechables, que deben permanecer en el invernadero; el uso de desinfectantes para las manos y herramientas cada vez que se maneja una nueva planta, etcétera.

Si se observan síntomas en genotipos de tomate resistentes, la probabilidad de que la infección sea causada por TBRFV es alta. En este caso, es aconsejable ponerse en contacto con laboratorios especializados, capaces de identificar específicamente el TBRFV (por ejemplo, el laboratorio de virología IPSP-CNR en Via Università 133, Portici, Nápoles, bajo el mando del Dr. Giuseppe Parrella).

FP: ¿Qué se está haciendo a nivel regional?

GP: Para enfrentarse a esta situación e intentar contener esta y otras emergencias fitosanitarias, entre la Región de Campania, la Sección Secundaria del Instituto para la Protección Sostenible de Plantas del CNR (IPSP-CNR), el Consejo de Investigación en Agricultura y Análisis de Economía Agrícola (CREA) de Caserta y el Departamento de Agricultura de la Universidad de Nápoles Federico II, se ha establecido un protocolo de entendimiento para la constitución de una "Unidad de coordinación y fortalecimiento de las actividades de vigilancia, investigación, experimentación, control y capacitación en el campo fitosanitario" (URCoFi).

En vista de esta relación de colaboración, el control y el diagnóstico de laboratorio de TBRFV se han confiado al IPSP-CNR (coordinador científico Dr. Giuseppe Parrella; tel. +39 81 7753658 ext. 12). En este instituto se ha desarrollado un protocolo de diagnóstico molecular específico para el TBRFV.

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