El mal tiempo en el centro y norte de Europa no está favoreciendo las primeras ventas de fruta de hueso para exportación, que se muestran más apáticas en comparación con otros años. Las previsiones de cosecha apuntan a mayores volúmenes de fruta respecto al año pasado, por lo que, con un inicio con este ritmo de ventas, se espera una campaña desafiante, según explica el productor y exportador valenciano Eduardo Cifre.
"Esta semana hemos empezado a recolectar y comercializar los primeros albaricoques de la temporada, de variedades de nueva selección tipo francesas, con muy buen sabor, que es lo que demandan los mercados, y con una vida útil más duradera. En breve empezaremos también la recolección de nectarina, melocotón, paraguayo, cereza y ciruela, que proceden de nuestras fincas en Murcia, Lleida y Huesca", cuenta Eduardo Cifre, socio de Frutas Giménez, empresa de Borriana (Castellón), una empresa con experiencia en la comercialización de fruta de hueso, o como dice el productor, "una isla ubicada en un océano de empresas dedicadas exclusivamente a los cítricos".
De acuerdo con Cifre, "la demanda de fruta de hueso no es muy boyante, posiblemente debido a que el tiempo en los mercados donde exportamos es todavía frío y a que estos productos se ven contagiados por la situación de los cítricos, que pasan por una de las peores campañas que se recuerdan. Estamos recolectando naranjas Navel Powel exquisitas, es una pena que el mercado no responda".
El exportador envía su fruta de hueso a países europeos como Francia y Alemania, y destinos más lejanos como Dubái y Singapur, por avión.
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Eduardo Cifre
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