Después de la fuerte granizada registrada el domingo 12 de mayo en las regiones italianas de Basilicata y Apulia, nuevas trombas de agua mezcladas con granizo han afectado a las mismas zonas. La situación es muy preocupante para la fruta de hueso, las sandías y las uvas de mesa. Las provincias de Forlì-Cesena y Rávena (Emilia Romaña) despertaron empapadas el lunes 13 de mayo. Las abundantes lluvias han elevado el caudal de todos los ríos y algunos se han desbordado. La situación más difícil se vive en el territorio de Cesena, donde hay huertos inundados y puentes y carreteras cerrados.
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"Los daños causados en albaricoques, melocotones nectarinas y algunas plantas de Goji son enormes, hay campos dañados y frutas que se pudrirán en unos días. Acabábamos de acabar el aclareo de los albaricoques y estábamos esperando a que maduraran totalmente para empezar a cosechar", dice Anna Camarda, agricultora de Basilicata que tiene sus cultivos en Metaponto. "Las variedades de albaricoques afectadas son Vitillo y Thirintos (temprano), mientras que en melocotones es el Sagittaria. Los campos de cítricos en flor también se han visto afectados".
Según algunas fuentes, se estima que más del 70% de la fruta de hueso de Basilicata se ha perdido. Es un porcentaje alarmante, teniendo en cuenta que el sector agrícola es la piedra angular de la economía de esta región.
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"Han quedado destruidos campos enteros de fruta de hueso. Los plantones de sandía plantados hace unas semanas también están rotos por el granizo", dice Francesco Musillo, director de la OP Agorà, quien añade: "En los viñedos cubiertos, el granizo ha hundido las cubiertas y ha roto las estructuras".
En cuanto a las zonas de Apulia dedicadas a la producción de cerezas, si solo hubiese llovido las pérdidas ya habrían sido considerables (20% de media, pero con máximos del 80%) para las variedades tempranas (Bigarreau en primer lugar, pero también la temprana Giorgia). Los problemas podrían ser mayores dependiendo del tiempo que haga en los próximos días".
"Las primeras lluvias cayeron en un suelo árido, así que fueron beneficiosas. Después, la intensificación de los fenómenos provocó un exceso de aporte hídrico para las plantas y los frutos listos para cosechar también estaban mojados, y ahí es donde empezó el problema", explica Nicola Giuliano, uno de los principales operadores del sector de la cereza y la uva de mesa.
"En estos momentos, variedades como la Ferrovia no han registrado ningún daño, porque se encuentran en una fase muy temprana de la formación de la fruta. Pero el mal tiempo debe detenerse lo antes posible, de lo contrario podría verse comprometido el resto de la campaña".
Inundaciones en Romaña, problemas en frutas y hortalizas
Los mayores daños los están sufriendo las cerezas y los albaricoques tempranos. "Los que no están cubiertos presentan daños graves. Ya hemos visto daños por rajado en las variedades tempranas", dice Loris Babbini, director de la asociación de productores de cereza de las montañas de Cesena.
Campos inundados en Cesena.
Estas lluvias torrenciales han llegado justo al comienzo de la campaña de la cereza en Romaña. "El domingo por la noche, en el mercado de Bolonia, el precio rondaba los 7 euros el kilo, una cifra satisfactoria para los productores. Lamentablemente, ahora nos veremos obligados a tirar mucho producto", añade Babbini.
Incluso en la provincia de Rávena la situación es crítica. Los ríos se han desbordado en muchas zonas y han inundado campos. Los mayores problemas se pueden dar en los melocotoneros, que sufren asfixia radicular si permanecen muchas horas encharcados.
, Zona de Faenza (Rávena). Foto de Mauro Bosi
También hay problemas con cultivos hortícolas como la lechuga, que se pudren y deterioran al quedar inundados.