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Mensaje alarmante sobre el potencial monopolio en el mercado estadounidense del tomate

El acuerdo de suspensión del tomate debe continuar, pero debería mantener un acceso al mercado equitativo para todos los comerciantes estadounidenses de tomates mexicanos, según una delegación de líderes de la Fresh Produce Association of the Americas, que la semana pasada compartió estas preocupaciones con los funcionarios del Departamento de Comercio de Estados Unidos y los miembros del Congreso.

En su lugar, la propuesta más reciente del Departamento de Comercio permitiría a un pequeño grupo de empresas comercializadoras con sede en Florida establecer un verdadero monopolio sobre la comercialización y la distribución de tomates mexicanos en Estados Unidos, amenazando con llevar a la quiebra a los actuales importadores y comercializadores estadounidenses de esos tomates.

"En su conjunto, las disposiciones propuestas establecen una serie de reglas y herramientas para discriminar algunos de los negocios estadounidenses y beneficiar a las grandes empresas comercializadoras de Florida", dice Jungmeyer. "Estas empresas, que llevan tiempo demandando los cambios propuestos, están utilizando al Departamento de Comercio para que se les permita crear un monopolio en el mercado a expensas de otras comercializadoras estadounidenses y los consumidores".

La delegación de la FPAA señaló que, según todos los indicios, los productores nacionales de tomate de Florida buscaban cambios drásticos y alteradores del mercado en las políticas del Departamento de Comercio, especialmente la rescisión del acuerdo de suspensión del tomate, vigente 22 años, y la consiguiente imposición de un arancel del 17,56 por ciento a todos los tomates importados de México, para así protegerse de la competencia de los productores mexicanos de tomates de mayor calidad.


"Por más onerosas que esas nuevas políticas sean para los consumidores y las empresas que conforman la cadena de suministro estadounidense de tomate, hay una intención oculta de más calibre y más destructiva", indica Lance Jungmeyer, presidente de la FPAA. "La realidad es que algunos productores y distribuidores de Florida quieren crear un monopolio en la comercialización de tomates mexicanos en los Estados Unidos. Si lo logran, estas empresas nos llevarán a la quiebra llegado el momento, pondrán en peligro el bienestar de miles de personas que trabajan para nosotros y acabarán con el tipo de competencia que actualmente permite tomates de alta calidad y asequibles al consumidor estadounidense medio".

El 7 de mayo, el Departamento de Comercio se retiró del acuerdo de suspensión e impuso aranceles, en apariencia para proporcionarles a los productores de Florida algo más que una ventaja para la venta de sus tomates verdes madurados con gas y de menor calidad. Ahora el Departamento de Comercio se está planteando nuevas políticas que sustituyan al acuerdo de suspensión y que ofrezcan una clara ventaja a las empresas de Florida, que no solo se dedican al cultivo, sino que también distribuyen tomates mexicanos a través de su gran red propia de reenvasadoras y otras empresas intermediarias en las cuales tienen participaciones. La capacidad de las empresas de Florida para integrar toda la cadena de suministro de tomates mexicanos las coloca en una posición única para beneficiarse de los cambios propuestos en la política comercial para sacar del negocio a otros importadores y comercializadores estadounidenses.

Entre otras disposiciones alarmantes, las políticas propuestas desmantelarán los derechos legales, de larga trayectoria, que permiten a los compradores hortofrutícolas buscar ajustes de precios para los tomates que no cumplan con los estándares de calidad. El resultado será que los compradores estadounidenses pagarán el doble o más que el precio mínimo por los tomates mexicanos o, lo más probable, comprarán tomates a los reenvasadores estadounidenses propiedad de las empresas comercializadoras de Florida, y no a los importadores y comercializadores actuales, que venden los populares tomates mexicanos de alta calidad que no necesitan reenvasado.

"Que nos den un acuerdo que permita a todas las empresas utilizar las reglas y normas previstas por la Ley de Productos Agrícolas Perecederos, aprobada por el Congreso y que ofrece a los compradores la posibilidad de hacer ajustes para el incumplimiento del contrato, elemento esencial en el comercio interestatal. El acuerdo propuesto básicamente elimina estas ventajas para algunos de los comercializadores estadounidenses de tomates mexicanos", dice Jungmeyer.

Jungmeyer añade que la "FPAA está deseando continuar discutiendo estas preocupaciones con el Departamento de Comercio, que tiene por delante la difícil pero importante tarea de encontrar un punto en común para todas las partes involucradas en el acuerdo".

Más información:
Erika Domínguez
FPAA
Tel.: 520-287-2707.

Fecha de publicación: