El granizo destruyó más de 80 hectáreas de sandías de diferentes variedades (sin semillas, minis y alargadas), sembradas como cada año en diferentes épocas para cubrir todo el calendario comercial.
"Mi oferta diversificada, con diferentes calibres, me permitió distinguirme también en el extranjero, gracias al cuidadoso trabajo de segmentación basado en las necesidades del mercado", comenta Tommaso Lella, propietario de la explotación agrícola homónima de la localidad de Ginosa (Tarento). Su finca ha sido golpeada por la tormenta del pasado miércoles 10 de julio, que destruyó varios campos en las regiones del centro-sur.
A la izquierda: minisandías golpeadas por granizo. A la derecha: el emprendedor Tommaso Lella.
Cada vez se registran más fenómenos climáticos extremos y violentos en la península itálica, que causan graves daños a todo el sector agrícola, entre otros problemas. “Mi año está totalmente acabado en este momento”, continúa el empresario. “Después de otras situaciones similares en los últimos meses, que han aumentado los costes por las intervenciones de recuperación de los cultivos, las dificultades no terminan. De esta manera se llega a un punto de no retorno, y uno se rinde”.
"Después de una cuidadosa planificación, las variedades sembradas me permitirían comercializar sandías tempranas y tardías, con un calendario de producción que se extiende hasta mediados de septiembre. Hay muchas variedades sembradas: Nikita, Orininja, Riverside, Denise, Belinda, Caravan, Melania, Prestige (la variedad más afectada) y muchas otras".
"Los frutos, a punto de cosechar, han sido golpeados como con un martillo, perforados por la violencia del granizo. Sin duda, quedan muchos productos que todavía son buenos, pero una vez apilados sobre un palé, sufren una depreciación, y muchos mercados los dejan de lado".
"En los lugares donde la vegetación era más densa, los frutos se encontraban relativamente protegidos, pero aun así se evidencian microlesiones. El tamaño del granizo del miércoles pasado no fue muy grande. Más bien, la violencia con que cayó desde el cielo fue aterradora. El fuerte viento, similar a un tornado, causó daños a las estructuras de cobertura".
"En los últimos días, el consumo ha disminuido; de hecho, desde el extranjero, no hay pedidos significativos. Por lo tanto, si quisiéramos ofrecer la fruta, debería ser válida y estéticamente agradable, pero si las sandías presentan daños por granizo, será inútil intentar darle salida a este tipo de producto".