Los ensayos realizados por el INTIA en las fincas experimentales que posee en Roncesvalles y Remendía, en el Pirineo navarro, han concluido que la producción de patata de siembra ecológica en la región supone una alternativa económicamente rentable por su potencial para producir un material vegetal diferenciable y de calidad, y por su interés comercial, debido a su todavía escasa presencia en el mercado.
Durante una jornada enmarcada dentro del proyecto Nefertiti en el que el INTIA participa junto a otros 31 socios de toda Europa, y a la que acudieron alrededor de treinta profesionales procedentes del sector productor y del sector técnico, se analizaron las nuevas condiciones que el Reglamento de Agricultura Ecológica recoge para producir este cultivo, cuyo periodo de reconversión se ha reducido a dos años, y la posibilidad de convivencia en una explotación ganadera no ecológica. Jose Luis Sáez, técnico de INTIA, fue el encargado de dirigir la jornada y exponer ante los asistentes los resultados de los últimos 8 años incluyendo el itinerario técnico necesario para conseguir una buena rentabilidad del cultivo.
Se mostró en primer lugar la experiencia realizada en Roncesvalles y el seguimiento exhaustivo de plagas y enfermedades con el objetivo de evitar el problema de mildiu, una de las principales amenazas del cultivo en la zona. El técnico Rafa Yanguas, responsable de estas experiencias, mostró a los asistentes diversos productos naturales alternativos al cobre, presentándose además las iniciativas contra el gusano de alambre (Agriotes spp.), una plaga de gran persistencia; y contra el hongo Rhizoctonia.
La jornada finalizó con un muestreo de las distintas variedades cultivadas en las fincas con el objetivo de observar las características de cada una de ellas, así como los calibres de los tubérculos en relación con el ciclo del cultivo y algunas afecciones presentes, todo ello con el objetivo de ahondar en las especificidades que requiere el cultivo de patata de siembra.
La producción ecológica navarra
La producción ecológica en Navarra ha aumentado más que la media española durante 2018, con un crecimiento en superficie del 37% y de 6,9% en operaciones, según datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
A nivel nacional, según ha comunicado el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN), el crecimiento de superficie y de operaciones ha sido del 8 y 6%, respectivamente.
En los últimos diez años la extensión dedicada a la producción biológica no ha parado de crecer, con casi un millón de hectáreas de incremento en el periodo 2008-2018, lo que sitúa a España, desde hace dos años, como el país con mayor superficie ecológica de Europa.
Fuente: navarra.elespanol.com