"Estamos esperando la aprobación de los técnicos pero, según los resultados del análisis de la materia seca y el grado Brix de nuestro kiwi de pulpa amarilla Zespri G3, creo que el comienzo de la cosecha es inminente", afirmó Antonio Medri, propietario de una empresa ubicada en el municipio de Riolo Terme, en la provincia italiana de Rávena, durante una visita técnica realizada el viernes 4 de octubre de 2019.
Desde la izquierda, Antonio Medri (agricultor), Andrea Grassi y Claudio Rossi, de Agrimix
El encuentro, organizado por la proveedora italiana de productos fitosanitarios Agrimix, reunió a más de treinta técnicos y agricultores, a quienes se les mostró la gestión agronómica de la plantación.
"Esta variedad me ha salvado la vida, porque en 2013 tuve que arrancar todos los árboles de kiwi verde Hayward debido a la bacteriosis de la actinidia. Ahora tengo una buena producción, con buenos volúmenes y de alta calidad, y esto me permite seguir adelante con mi empresa", dijo Medri.
Antonio Medri cultiva kiwis desde 1981
Medri prevé recolectar alrededor de 40 toneladas por hectárea. El año pasado la producción fue menor, pero los árboles son muy jóvenes, y están comenzando a producir de manera gradual. "Por la cosecha de 2018 obtuve 1,10 euros/kg de media en todo el volumen entregado y considero que es un gran precio. Por supuesto, la calidad debe ser excelente, todo se cuida al mínimo detalle. Tenemos muchos gastos, pero también hay un buen beneficio", comentó el productor.
Una fase muy delicada es la de la polinización. Medri usa la técnica Tabanelli, que consiste en tres intervenciones de polen en un contexto húmedo, con 150 gramos por intervención y con un polinizador por cada 5 árboles. Esta disposición permite al productor obtener un buen cuajado de las flores. Ha dado buenos resultados incluso en 2019 a pesar de las condiciones meteorológicas anómalas de finales de la primavera.
"Hemos tenido fuertes cambios de temperatura en los últimos días, lo que ha sido positivo, ya que nos permite aumentar el nivel de Brix", agregó Medri.
Para pesar los kiwis, se cogió una fruta que representaba la media de lo que se veía en los árboles en esa área, y pesaba 110 gramos. Otro kiwi era "extragrande" y pesaba 175 gramos.
Agrimix organizó la jornada para resaltar los efectos de su protocolo de tratamiento. La compañía lleva en el mercado 45 años operando en el ámbito de los productos agroquímicos, y desde hace varios años ha ampliado su rango de productos con adyuvantes de cero residuos, que también se pueden utilizar en la agricultura ecológica.
"La bacteria PSA ha golpeado fuertemente en esta zona, por lo que le propusimos a Medri un protocolo para tratar de salvar algunas hileras de árboles que sufrían de manera significativa", dijo Andrea Grassi, un técnico de Agrimix.
Andrea Grassi
“Más que sufrir, estaban casi muertos y estaba a punto de cortarlos. Entonces me pidieron que realizara algunos tratamientos específicos, incluidos tres en el verano. La mezcla utilizada fue cobre sistémico y quitosano. Gracias a la mezcla, en la dosis y en el período elegidos, los árboles se han recuperado mucho y podré incluso tener cosecha”, agregó Medri.
Los árboles que estaban a punto de ser cortados por la bacteria
Otro protocolo aplicado está relacionado con el tamaño y la uniformidad de las frutas, utilizando una formulación específica. "Con nuestros medios técnicos, estamos al lado de los agricultores para tratar de mejorar el rendimiento y la calidad. Para ajustar los protocolos, colaboramos con centros de investigación que nos apoyan en los ensayos de campo para obtener datos científicamente comparables", concluyó Claudio Rossi, gerente de ventas de Agrimix.