Desde el inicio de la crisis de la COVID-19, el sector procesador de frutas y hortalizas –como sector esencial– ha hecho un trabajo extraordinario para satisfacer el aumento de la demanda del consumidor de su amplia gama de productos sanos, seguros y de larga conservación.
La pandemia puso énfasis en la producción local y en los productos procesados de calidad, y el sector estuvo a la altura de las expectativas. Los productores de frutas y hortalizas en conserva y de mermeladas, fruta untable y compotas han demostrado resiliencia en unas circunstancias muy difíciles que han repercutido en todas las áreas de producción. Se han presentado desafíos a lo largo de toda la cadena de suministro, como la disponibilidad de trabajadores –temporeros incluidos– y su protección, las condiciones de las fábricas, las restricciones logísticas y las interrupciones.
La estricta aplicación de los protocolos de higiene y los procesos contra la COVID-19 continúan aumentando los costes de producción de todos los productos de la cartera del sector.
Este aumento de los costes –en particular de productos procesados de fruta como mermeladas, fruta untable, fruta en conserva y compotas– no se refleja en los precios permanentemente bajos de los productos. De hecho, los productos de fruta procesada no se han valorado lo suficiente durante muchos años: se venden a unos precios sistemáticamente bajos todo el año, independientemente de las fluctuaciones de los costes de producción, distribución y la materia prima.
Los productores lamentan que, aunque la fluctuación causada por la estacionalidad y la disponibilidad de muchos productos de alimentación, como frutas y hortalizas, está ampliamente aceptada por los consumidores, no ocurre lo mismo con los productos procesados de fruta, en especial en una temporada excepcional bajo los efectos de la pandemia.
Pese al telón de fondo actual de mayores costes de producción tanto en el campo como en la fábrica, los precios de venta al consumidor no reflejan el valor real de las mermeladas, la fruta untable, la fruta en conserva y las compotas, y, de hecho, se traducen en una devaluación de dichos productos. PROFEL está convencida de que los consumidores también están dispuestos a respaldar la cadena de valor de los productos procesados de fruta con precios justos, por lo que pide a la gran distribución organizada y a los consumidores una nueva apreciación de estos productos de fruta.
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