La demanda estadounidense de bananas ecológicas ha sido fuerte. "Aunque no hemos visto el pico de demanda que solemos tener cuando los niños vuelven a la escuela, estamos siendo testigos de un aumento en el número de clientes", dice Audee Ríos, directora de Ventas Internacionales de Coliman. Además, la empresa está viendo un claro cambio de las bananas convencionales a las ecológicas. Gracias a la COVID, los consumidores se han vuelto más conscientes de la salud. "Eso es genial para nuestro negocio, y estamos felices de ser parte de un estilo de vida más saludable", comparte Ríos. La participación ecológica de Coliman en la producción total de bananas es del 89 por ciento, y toda la producción ecológica se cultiva en Tecoman, en México.
De la volatilidad a los pedidos más estables
Debido a la COVID, hubo mucha incertidumbre sobre cómo se comportaría y respondería el mercado. "Sin embargo, para nosotros la demanda ha sido mucho mejor de lo esperado", comenta Ríos. Inicialmente, hubo muchos altibajos en la demanda, lo que dio lugar a la volatilidad en el volumen de pedidos. "La imprevisibilidad al principio de la pandemia hizo que fuera un reto organizarse, pero lentamente volvimos a los pedidos regulares y más estables", añade.
Más recientemente, la demanda ha sufrido algunas interrupciones debido al mal tiempo en algunos mercados de los Estados Unidos, lo que ha afectado principalmente a la logística en los mercados finales. "Además de eso, la situación crítica en la que vivimos no ha provocado ningún efecto negativo importante para nosotros", dice Víctor Heredia, gerente de Ventas de Coliman en los Estados Unidos. "Somos uno de los sectores afortunados que ha sobrevivido y mantenido las operaciones en estos tiempos difíciles, y estamos agradecidos por ello".
La Niña
En cuanto a la oferta, el pico de producción se produjo hace unas semanas, y la oferta se mantienen estable actualmente. "Aunque no esperamos ningún cambio sustancial en los próximos seis meses, es difícil predecir la oferta debido al inicio de La Niña". Hasta ahora no se está viendo un gran impacto en la zona de producción de Coliman, pero el país ha tomado medidas y precauciones para minimizar los riesgos. "Como en cualquier explotación agrícola de gran envergadura, nos mantenemos alertas y vigilantes sobre cómo el tiempo y la producción de otras zonas pueden afectar al mercado en general", concluye Heredia.
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