En este momento, las exportaciones sudafricanas de limón ascienden a más de 25,7 millones de cajas (equivalente a 15 kg), lo que supone un aumento de más de 5 millones de cajas respecto al total del año pasado.
De ese total, solo unas 175.000 cajas se destinaron al Sudeste Asiático, el 7% del volumen de limones sudafricanos.
Y de eso, China se lleva una cantidad ínfima, y cada año es menor: 10.114 cajas de 15 kg este año, enviadas, según el protocolo de esterilización en frío entre Sudáfrica y China, a -0,5 °C.
El año pasado Sudáfrica envió casi 15.000 cajas, y el año anterior, 23.300 cajas.
Las exportaciones de limón a China están disminuyendo mientras que la cosecha de limón sudafricano se dispara en la dirección opuesta.
La razón de la reducción de los limones destinados a China es el daño por frío que sufre la fruta a -0,5 °C, un hecho que ha quedado muy claro desde la introducción del protocolo en 2004.
"No he oído hablar de ninguna llegada en buenas condiciones a China a esa temperatura en los últimos años", dice un exportador de limones. "Lo que he oído son pérdidas desorbitantes, del hasta el 100% de un envío de limones".
La COVID-19 retrasa la firma del protocolo revisado
Hace cinco años, Sudáfrica inició un proceso para modificar el protocolo de envío a 18 días a 3 °C, temperatura a la que, según han demostrado ensayos anteriores, los limones no se dañan.
La enmienda ha sido aceptada por ambas partes, pero la COVID-19 retrasó la firma en Pekín en marzo.
Había esperanzas de hacer envíos de prueba a la temperatura modificada esta temporada, pero esos planes tampoco pudieron llevarse a cabo.
Hay buena demanda de limones en China, donde Argentina y Chile son los principales competidores de Sudáfrica. Se espera un fuerte crecimiento una vez que los limones sudafricanos puedan enviarse a China, sin riesgo de que se dañen por el frío.