Se espera que la producción mexicana de naranjas se recupere parcialmente en la temporada 2020/21 después de que la sequía redujera la cosecha del año pasado casi un 40%. Es poco probable que se recupere por completo, ya que el suelo de los huertos se ha visto gravemente afectado por la sequía. Se prevé que el apoyo del Gobierno mexicano no será suficiente para que todos los productores puedan realizar las inversiones adecuadas en el mejoramiento del suelo. El control de plagas y enfermedades tampoco cuenta con un amplio respaldo de las autoridades, lo que afectará negativamente a la cosecha de naranjas.
A los mexicanos les encantan las naranjas; cada mexicano consume 37,4 kg de naranjas al año. Las naranjas se utilizan principalmente para zumos recién exprimidos en supermercados y puestos de venta en las carreteras. Sin embargo, actualmente hay una mayor preferencia por los zumos envasados.
Si bien se estima que el consumo de naranjas en México es mayor que el del año anterior, el pronóstico está por debajo del promedio, en parte como resultado de los efectos de las medidas para frenar la pandemia de coronavirus.
La industria hostelera mexicana se ha visto muy afectada por la COVID-19, y las limitaciones de capacidad aún persisten. Ya son muchas las empresas del sector horeca que se han visto obligadas a cerrar sus puertas para siempre, lo cual significa que se destinará un mayor porcentaje de cítricos a la industria de procesamiento. Los productores prefieren exportar sus naranjas a las empresas procesadoras estadounidenses, ya que pueden obtener un mejor precio en ese mercado que en su propio país.
Fuente: USDA