La oferta de cebollas es heterogénea en estos momentos, con precios en el extremo bajo.
Michael Davis, de Tex-Mex Sales LLC, con sede en Weslaco, Texas, señala que, en el noroeste, la oferta de cebollas grandes (jumbo y colosal) es abundante. "Muchas de las cebollas del noroeste han crecido en calibre y rendimiento", dice Davis. "No hay mucha oferta de calibres pequeños en el noroeste. La hay, pero seguramente estará comprometida para el retail y ahora que ha regresado el programa USDA Farmers to Families Food Box, creo que la mayoría de esas cebollas seguramente estarán comprometidas".
Dado que los retailers prefieren las cebollas de calibres medianos, Davis indica que, idealmente, este programa de cajas de alimentos para las familias admitiría los calibres jumbo. "Creo que va a ser muy difícil obtener oferta de calibre mediano del noroeste en el próximo par de meses".
Volúmenes más limitados de cebolla blanca
Davis dice que, en particular en el caso de las cebollas blancas, la oferta es escasa. "Hay suficientes para el próximo par de meses, pero no hay sobreoferta. No están llegando cebollas blancas del noroeste".
La familia Davis en la pasada Viva Fresh Expo en San Antonio, Texas.
Añade que México ha empezado a enviar cebollas blancas. "Pero las de buena calidad son limitadas", apunta Davis. "También están llegando cebollas blancas de mala calidad. Algunas zonas de México están enviando oferta deforme y con brotes que no funcionan en los Estados Unidos".
En cuanto a la demanda, Davis indica que va a la par. "Normalmente, a finales de enero es terrible", dice, y añade que las compras posnavideñas hacen que la demanda, por lo general, sea lenta a finales de enero, y el retail la semana pasada fue más lento. "México suele llegar en febrero, por lo que los compradores reducen un poco sus inventarios para asegurarse de no tener un inventario en dólares elevado si el mercado va a descender. Pasa todos los años".
A la espera del foodservice
Otros factores continuarán pesando en el sector de la cebolla en el futuro próximo, sobre todo la reapertura de los restaurantes. "La restauración sigue todavía muy lenta; hasta que la COVID-19 desaparezca, no sé lo que ocurrirá con los restaurantes", expresa Davis. También comenta que preocupa el potencial de que aumente el salario mínimo, lo cual podría ocurrir con la nueva administración en la Casa Blanca. "Para cualquiera del sector hortofrutícola que aplique el salario mínimo en el campo o en la central de envasado, ha llegado el momento de la automatización", advierte.
Mientras, los precios de las cebollas se mantienen muy bajos, según Davis. "En el noroeste las cebollas son muy baratas porque hay demasiados calibres jumbos a los que no pueden darles salida", aclara.
Davis opina que, para mediados de febrero, el sector tendrá una mejor idea de adónde van a ir las cosas. "Eso incluye si el noroeste podría subir sus precios", dice. "Si pueden destinar los calibres jumbos en el programa Food Box, es posible que puedan dar salida a más parte del producto que necesitan mover. Si no, va a ser difícil".
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Michael Davis
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