Con una buena oferta de cebollas en todo Estados Unidos, la demanda todavía es difícil de determinar.
"Con la cosecha a mano, parece que las cifras son buenas. Si fuera un año normal, diríamos que hay un poco de escasez, pero es un año inusual desde la perspectiva comercial, así que la oferta está bien", dice Jared Gutiérrez, de Columbia Basin Onion LLC., empresa productora y exportadora situada en Hermiston, Oregón.
Actualmente, están saliendo volúmenes considerables de cebollas de conservación desde el noroeste del país, que continúa hasta mayo, si bien algunos productores llegan hasta junio. También está llegando suministro de Nevada, el medio oeste, los estados orientales y el este de Canadá. "Un nuevo mercado que está surgiendo ahora es México. Llega con mucha fuerza porque parece que han tenido una buena cosecha. Y después el sur de Texas llegará en marzo. Esas regiones entran en escena en el próximo par de meses", añade Gutiérrez.
México en ascenso
Aunque hay equilibrio de colores disponibles, Gutiérrez señala que México empezó la semana pasada con cebollas blancas y esta semana con amarillas y rojas. "La cebolla principal es la blanca. Cuando empieza a enviar su cosecha, nuestro mercado se suele reducir un poco porque México queda más cerca que nosotros de otras regiones", explica. "Y si ha tenido una buena cosecha de buena calidad, se la comprarán".
Las cebollas de conservación provienen del noroeste, Nevada, el medio oeste, los estados orientales y el este de Canadá
Más que el color, el problema ahora con las cebollas es el calibre. "Todo se ha desviado al retail desde el inicio de la pandemia, y el calibre mediano o jumbo pequeño se ha convertido algo así como en la norma", indica Gutiérrez. "Los calibres jumbo se siguen moviendo, pero los medianos y jumbos pequeños son populares, sobre todo en el programa Farmers to Families Food Box del USDA".
De hecho, este programa ha sido de gran ayuda para los cultivadores de cebolla. "Lo cierto es que ha mantenido en marcha el sector de la cebolla, entre otros", reconoce. En particular a la luz de la caída de la demanda del canal horeca, pues las cebollas son un producto clave en este sector. "Se ha recuperado un poco porque los restaurantes están reabriendo, pero no en los espacios deportivos. Algunos han vuelto quizás al 20 por ciento de la capacidad y no estamos seguros de qué tipo de comidas tienen porque los platos del menú se han reducido".
Demanda irregular
En cuanto a la demanda actual, ha sido un tanto irregular. Gutiérrez dice que ha tenido momentos de subida y de bajada. "Un momento vamos locos y al siguiente todo está más en calma. Es difícil de medir", afirma. Señala que la demanda en el retail es más fuerte, sobre todo para los formatos más pequeños: bolsas de 907 g, 1,36 kg, 2,27 kg e incluso 4,5 kg. La demanda también está viéndose ahora en los programas de kit de ingredientes, que han ganado popularidad entre los consumidores durante la pandemia debido a la falta de opciones de restauración fuera del hogar.
Todo ello sería indicador de un precio más alto en el mercado, pero, por desgracia, hay fluctuaciones, según Gutiérrez. "En ocasiones, como productores y exportadores, nos ponemos nerviosos pensando en que tenemos que darle salida a la cosecha. Después llegamos a un momento de poca demanda y bajamos un poco el precio pensando que así se arreglará, y no es así necesariamente", dice. "Después sube de nuevo, los volvemos a elevar, y así tenemos fluctuación".
En cuanto a la predicción de las ventas, es difícil. "Históricamente, febrero es un mes más calmado que marzo o abril, cuando la demanda es cuantiosa. Ahora mismo, la demanda es buena, pero en enero fue mejor", dice Gutiérrez, y apunta que es posible que haya más movimiento de precios, conforme las existencias vayan disminuyendo semanalmente.
Más información:
Jared Gutiérrez
Columbia Basin Onion LLC.
Tel.: +1 (541) 667-9472
Jared.Gutierrez@columbiabasinonion.com
http://www.columbiabasinonion.com/