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La Unió reclama a las autoridades comunitarias auditorias rigurosas y planes de especial vigilancia

Turquía y Egipto siguen batiendo récords de rechazos de frutas y hortalizas con residuos de plaguicidas

La Unió de Llauradors denuncia que los rechazos de frutas y hortalizas procedentes de Turquía y Egipto, tras detectarse residuos de plaguicidas o sustancias prohibidas aquí, siguen al alza y casi a punto de llegar al ecuador de este año ya se contabilizan un total de 166 entre ambos países (94 de Turquía y 30 de Egipto). Por ello insta a las autoridades comunitarias a realizar auditorias rigurosas y planes de especial vigilancia.

Este pasado mes de mayo las alertas sanitarias del RASFF europeo revelan unos datos demoledores: en un único mes como el pasado hay un total de 72 rechazos de envíos de Turquía –sobre todo a través de Bulgaria– y 12 de Egipto por contener materias activas que aquí no tenemos su uso autorizado como el clorpirifos, metil clorpirifos o el prochloraz, o también por superar el LMR.

Datos que son con seguridad mucho más elevados pues la Comisión Europea únicamente realiza inspecciones de forma aleatoria a los productos que entran desde Egipto tanto en frontera como en puntos de venta, mientras que las de Turquía son solo del 5% de los lotes en mandarinas y del 10% en naranjas.

Precisamente en relación con los cítricos egipcios, La Unió ha detectado estos últimos días como algunos operadores comerciales valencianos reetiquetan como españolas naranjas compradas en el país africano. Ya ha instado a la Conselleria de Agricultura a que investigue e inspeccione los hechos y se encuentra a la espera de los resultados de los mismos.

Pese a todos estos datos, la Comisión Europea sigue sin incluir dentro del listado de alimentos y país de especial vigilancia que renueva cada seis meses a las naranjas de Egipto ni tampoco ha elevado el porcentaje de inspección mínimo de los lotes de Turquía, que se mantiene en una ridícula cifra para mandarinas y naranjas. En este sentido, La Unió propone a la Comisión Europea que aumente los porcentajes de inspección mínimos en todos aquellos países que tengan cantidades elevadas de rechazo por la detección de plagas o el uso de sustancias prohibidas, ya que podrían ser un “auténtico coladero y un grave peligro para la entrada de organismos nocivos en la citricultura europea”.

La Unió no entiende cómo los productos agrícolas producidos en La Unión Europea deben cumplir con unos estándares muy exigentes e ir adaptándose a las exigencias de “la granja a la mesa” y, mientras tanto, se observan cada vez más alertas sanitarias desde la propia UE en las producciones procedentes de países terceros.

La organización insiste de nuevo en que debe haber una homegeneización de los estándares de producción europeos con los procedentes de países terceros, desde los aspectos fitosanitarios hasta los sociales o democráticos. 

Para más información:
La Unió de Llauradors
launio@launio.org
www.launio.org

Fecha de publicación: