El cultivo de ajo generalmente se asocia con los países del sur de Europa, sin embargo, también funciona en los Países Bajos y hay un puñado de productores holandeses que se dedica a este cultivo. Bas Groeneveld, quien comenzó a cultivar ajo fresco ecológico en la provincia de Flevoland en 2015 y fundó la empresa TruGarlic junto con Sjaak Twisk, empezará a cosechar 22 millones de bulbos de ajo la semana que viene.

"El cultivo del ajo se puede comparar con el de los tulipanes. El ajo se planta a partir de mediados de octubre hasta mediados de noviembre. El diente de ajo echa raíces en invierno y empieza a crecer en primavera. Se cosecha a finales de junio", dice Bas. "Hace unos años me sorprendió que no hubiera ajo fresco de cultivo ecológico en los lineales de los supermercados, así que se me ocurrió la idea de cultivarlo. El ajo fresco ecológico encaja bien en la tendencia hacia el consumo de productos frescos, saludables y sostenibles. Este producto se ha vuelto popular en muy poco tiempo y el clima holandés es muy adecuado para el cultivo".
La mayor parte de la producción de TruGarlic se vende a proveedores del retail o a los propios supermercados. Alrededor del 30% de la cosecha se comercializa en Países Bajos y el resto se exporta a otros países europeos.

La calidad como factor distintivo
Bas también trabaja en estrecha colaboración con Carel Bouma, propietario de Biologisch Poot- en Plantgoed, una empresa comercializadora de plántulas y patatas de siembra. Según Carel, la producción de ajo fresco y seco en los Países Bajos está aumentando, a pesar de la competencia. "Las grandes cantidades de ajo chino a granel que llegan a Países Bajos suponen una fuerte competencia para el producto holandés, pero el ajo de cultivo local puede distinguirse por su calidad", dice Carel. Y es que la producción local debe cumplir con los altos requisitos de Naktuinbouw, una organización holandesa que supervisa la calidad del material de propagación en nombre del Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Calidad de los Alimentos.

Mano de obra
El cultivo de ajo fresco ecológico requiere mucha mano de obra, como en el deshierbe y en la cosecha. "Para no dañar el ajo, muchos procesos se hacen manualmente", dice Carel. Al cosechar, el ajo se levanta mediante un sistema de correa de sujeción. De esta forma el ajo es arrancado del suelo por el follaje, sin tocar ni dañar el bulbo.

Después de la cosecha, las raíces y un trozo del tallo verde se cortan manualmente, tras lo cual se pela el bulbo, dejándolo blanco y limpio. Recientemente, Bas ha invertido mucho en más capacidad de almacenamiento y en la mecanización del deshierbe, por lo que este proceso lleva menos tiempo. Gracias a la mayor capacidad de almacenamiento, TruGarlic ahora puede suministrar ajo fresco durante al menos 6 meses. "Una vez que se ha abierto una cámara frigorífica, la vida útil del ajo disminuye. Ahora tengo varias cámaras refrigeradas y puedo suministrar ajo fresco durante un período de tiempo más largo", concluye Bas.
Para más información:
Bas Groeneveld
TruGarlic
Tel.: +31 (0)6 20 37 88 21
[email protected]
www.trugarlic.com
Carel Bouma
Biologisch Poot- en Plantgoed
Tel.: +31 (0)6 51 06 80 38
[email protected]
www.biologischpootgoed.nl