Para que no haya confusión, el ornitólago solo ha tomado prestada su esbelta silueta del espárrago tradicional, aunque también es miembro de la familia de las asparagáceas. Esta planta silvestre, bien conocida por los más mayores, crece en los bosques y a lo largo de los cursos de agua. Blampin Fruits, mayorista presente en el MIN de Rungis, la vende desde hace unos veinte años. "Es una planta que no se puede cultivar y que anuncia la llegada de la primavera. Comenzamos la temporada hace quince días. Es una planta relativamente sensible al clima, necesita condiciones óptimas para desarrollarse. No debe hacer demasiado frío, y si hace demasiado calor, entonces no se sostiene y no se puede comercializar. Por eso, en un buen mes de la campaña de venta, los orígenes se solapan en función del tiempo en las regiones. Así que tenemos algunos de Jura, los Vosgos y otras zonas del este de Francia", informa José Mathey, responsable de la venta del producto.

En los últimos años, las ventas de este producto especializado han aumentado: "Estamos introduciendo el producto a los parisinos, pero en el campo, el ornitólago es muy conocido. Los mayores la recogen ellos mismos y suelen cocinarlo en tortillas. También se puede freír en un wok, por ejemplo. Desde hace unos años se nota que las ventas de este producto están aumentando. Especialmente entre los ingleses, que son muy buenos clientes para este producto".
José Mathey compra los primeros ornitólago a unos 5-6 euros el manojo de 200 g. "Luego, a medida que avance la temporada y se acelere el crecimiento, perderemos alrededor de 1 euro por semana, y el precio se estabilizará en 1,8-2 euros por manojo".
Para más información:
Jose Mathey
Blampin Fruits
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