Este es un año especial para los melones franceses. Si bien el sector lleva años pidiendo a los productores que retrasen los calendarios de plantación para llegar más tarde y no entrar en competencia directa con Marruecos y España, este año, la escasa aportación de estos dos orígenes ha provocado una falta de oferta en el mercado. "Poco a poco, hemos ido desplazando la plantación para evitar los grandes volúmenes de importación. Desgraciadamente, este año ha habido mucho mal tiempo en Marruecos y España y, además de provocar una disminución de los volúmenes, los melones han sufrido mucho a nivel de calidad. Así pues, el mes de mayo ha estado prácticamente desprovisto de importaciones, con un melón francés que todavía no estaba suficientemente disponible, lo que, naturalmente, provocó unos precios muy elevados", informa Patrick Cluchier, presidente y director general de Établissements Tonfoni.
El melón Tranche de Miel
Un descenso a contratiempo de los precios del melón en las tiendas
Pero la situación se invirtió repentinamente hacia finales de mayo, cuando el tiempo fue favorable a la producción de melones franceses, principalmente en el sureste. "Sabíamos que a partir de ese momento llegarían grandes volúmenes. Entonces entramos en una espiral de precios a la baja, de 4-5 euros por kilo a 1-1,5 euros o incluso menos de 1 euro según las ofertas de compra de algunos distribuidores. Nuestros clientes han sido advertidos del aumento de nuestra producción, combinado con un tiempo que favorece la precocidad. A pesar de ello, lamentamos una vez más este desfase entre los precios que salen de nuestras estaciones y los que se muestran en el comercio minorista".
"Los profesionales pedimos una mayor reactividad de nuestros socios de la distribución y la venta al por menor para que los precios de venta al por menor mostrados estén en correlación instantánea con los precios pagados. Se produciría un doble efecto beneficioso: mayores volúmenes vendidos inmediatamente, evitando el atasco de los frigoríficos y las ventas sin precios fijos en los mercados mayoristas, así como una fruta de mejor calidad en los estantes que no ha estado en el frigorífico. El consumidor sería el principal beneficiario. Mediante este mecanismo, los precios se estabilizarían en niveles más aceptables y viables para nuestro sector".
Tonfoni La Signature
Muy buena calidad y volúmenes interesantes para esta campaña de 2022
Es una situación que no debería tardar en producirse, ya que están previstas promociones que acompañen al buen tiempo. "Estas acciones deberían llegar a absorber los picos de producción. Aparte de eso, somos bastante positivos en cuanto a la temporada. Este año tenemos una calidad muy buena con volúmenes interesantes. Hemos plantado con muy buenas condiciones meteorológicas y los campos de melones estaban bien establecidos. Además, el buen tiempo siempre es beneficioso para el consumo de melones. Por lo tanto, estamos bastante tranquilos sobre la evolución de la campaña de este año".
El melón: una fruta atractiva y la referencia de precio de las enseñas en verano
Pero, una vez más, tenemos que encontrar el equilibrio adecuado en cuanto a los precios. "Con el drástico aumento de los costes de producción, de alrededor del 30%, tenemos que admitir que los precios de coste son los que son. Pronto ya no habrá productos fitosanitarios eficaces para gestionar la presión de las plagas y las enfermedades, a lo que se suma el cambio climático, muy real, que cada año es más notable (lluvias en España en 2022, en el centro-oeste de Francia en 2021, falta de agua, etc.), lo que necesariamente repercutirá en los volúmenes y seguirá aumentando nuestros precios de coste. Aunque este problema es común al sector hortofrutícola, tenemos la impresión de que el melón se ha convertido en el producto principal de la sección de frutas y hortalizas de la gran distribución en verano. Poco a poco, se asocia a un producto que debe ser barato durante todo el verano, mientras que producir un sabor de calidad y seguridad (auditorías repetidas, análisis fitosanitarios, Global Gap, HVE, etc.) se ha convertido en un lujo".
"En determinados momentos, es más barato comprar un melón que una patata, un producto noble, pero especialmente mecanizable y automatizado en su envasado. Sin embargo, el riesgo de cobrar precios tan bajos y pagar tan poco a los productores es verlos desaparecer con el paso del tiempo. Tenemos dos ejemplos recientes de grandes operadores que han desaparecido, y lo que más me preocupa son todos los pequeños productores que están a punto de dejar de trabajar por culpa de unos precios poco rentables. Es el alma del melón la que desaparecerá con ellos".
Melón de Cavaillon
Es necesaria una remuneración más justa al productor
Para evitar la erosión de la producción francesa, es esencial que el productor reciba un precio más justo por el melón en este contexto inflacionista, pero también sería necesario conseguir un precio justo para toda la producción: "Comercializar los calibres pequeños todo el verano (15) o los calibres grandes (9) a un precio por kilo que no sea irrisorio. ¡El melón no solo madura en el calibre 12! Una anécdota: hace 30 años los distribuidores solo querían los de 15, teníamos todos los problemas del mundo para vender los de 12. Prueba de que, en valor constante, los precios son mucho más bajos hoy en día. En general, ningún melón de campo debería venderse a menos de 1 euro por kilo y 1,50 euros/kilo si es de invernadero. El sector también debe ser más solidario entre sí, ser transparente y escuchar la voz de los pequeños productores".
Para aumentar el valor de los melones de sus productores, Tonfoni trabaja con pequeñas explotaciones y da prioridad a la calidad. "Las zonas de producción tienen todas entre 2 y 15 hectáreas. Gracias a un riguroso trabajo de selección y a esta búsqueda de melones de alta gama, conseguimos pagar un poco más a nuestros productores, nuestros socios con los que hemos forjado vínculos humanos muy fuertes".
Para más información:
Patrick Cluchier
Ets Tonfoni
Tel.: +33 4 90 73 11 63
cluchier@tonfoni.com
www.tonfoni.com