Una fuerte tormenta de viento mezclado con agua cruzó ayer Lleida de sur a norte con mucha virulencia, entrando desde Aragón por el Segrià, y llegó hasta la Alta Ribagorça, causando a su paso graves destrozos en infraestructuras, árboles y muros derribados, y derruyendo líneas eléctricas de las comarcas del llano, con centenares de usuarios que quedaron sin luz unas horas.
Todo sucedió en poco más de tres horas, entre las cuatro y las siete de la tarde. Las rachas de viento superaron los 130 kilómetros por hora en Alguaire y provocaron destrozos en el aeropuerto.
La tormenta de lluvia se mezcló con granizo y dañó fincas de frutales en municipios como La Granja d’Escarp, Aitona y Soses. Los daños no serán previsiblemente muy intensos por el tamaño pequeño del pedrisco.
En cambio, el viento intenso registró rachas lo suficientemente intensas para tumbar la poca fruta que queda en unas fincas muy afectadas este año por las heladas.
El sector de la fruta de hueso ha comenzado la recolección. A ello se suma la afectación sobre los árboles que se rompieron por las fuertes rachas, de hasta 90 y 130 kilómetros por hora en el Segrià. Al margen del sector agrícola, pueblos y ciudades sufrieron daños como la caída de árboles en la calzada o el desprendimiento de paredes. También los árboles caídos obligaron a cortar durante varias horas la autopista AP-2 a la altura de Soses o el acceso a Raimat.
Fuente: segre.com