La campaña española de uva de mesa avanza ya en toda España tras haber empezado con muy buen pie en las regiones más tempranas, como Andalucía. “En Torremesa empezamos a principios del mes de julio. El principio fue muy prometedor; de hecho, mejor de lo que habíamos esperado, en el sentido de que los mercados en Europa tenían apetito de uva de aquí, de calidad, de cercanía”, explica Cristóbal Díaz, de la compañía gaditana.
Cristóbal Díaz.
“El mercado venía un poco saturado de la uva de ultramar durante todo el invierno. Los problemas logísticos y los retrasos que hemos tenido durante y después de la pandemia aún siguen estando ahí y hay que recordar que la fruta no mejora precisamente con el paso del tiempo dentro de un contenedor, por lo que la calidad de la uva de ultramar ha estado presentando problemas. Así que, cuando llegamos con una fruta de buena calidad, los mercados la aceptaron de muy buen grado. Tenemos la ventaja de ofrecer una fruta fresca, recién cortada que, al no tener que viajar en barco, podemos cosechar más cerca de la maduración y cuenta con mejores atributos en cuanto a sabor, aroma, textura y color”.
“Durante el mes de agosto el mercado está más normalizado, con más orígenes produciendo, pero incluso ahora los precios de venta están en torno a un 15% por encima del año pasado”. El mercado está reconociendo a un producto de calidad y está pagando por él más de lo que se ha incrementado la inflación general –que en julio se situó en un 10,8%–, señala Cristóbal, “pero la inflación del sector agrícola es mucho mayor, está en torno al 30%, por lo que, aunque estemos vendiendo más caro, el mercado todavía no paga todo el incremento de costes que hemos tenido”, recuerda. (Foto derecha: Uvas Sweet Celebration)
Además de la popular variedad Victoria, Torremesa produce mayoritariamente uvas de mesa sin semillas, en línea con las tendencias del mercado, focalizándose en variedades que destacan por su sabor; entre ellas se encuentran Sweet Celebration, Sweet Globe, Jack’s Salute y Sweet Bond, y la variedad especial Candy Snaps, con un sabor dulce con matices de fresa.
“Comercializamos nuestras uvas en el mercado nacional, donde pueden encontrarse en supermercados como Mercadona, y también las exportamos fuera de nuestras fronteras. Hacemos envíos a Francia, Alemania, Holanda, Escandinavia y Reino Unido, trabajando tanto con las cadenas de supermercados como con los mercados mayoristas tradicionales”. (Foto derecha: uvas de la variedad Sweet Bond envasadas)
“Quizá tengamos que pensar cada vez más en variedades más resistentes a los cambios en el clima”
El inicio comercial de la campaña ha dejado muy buen sabor en el sector de la uva de mesa en este año nuevamente excepcional en el que la incertidumbre ha sido un factor común para toda la industria agrícola y en particular para la de los productos frescos. En los últimos tiempos estamos teniendo que utilizar este adjetivo, “excepcional”, con bastante frecuencia, y la meteorología es uno de los ámbitos que, desafortunadamente, nos obliga a hacerlo.
“Desde el punto de vista de la climatología, la campaña está marcada por la ola de calor del mes de julio. Entre el 6 y el 16 de julio tuvimos unos 10 días con vientos muy fuertes de levante, con temperaturas por encima de los 34-35 grados de media entre el día y la noche, y con una humedad relativa muy baja, del 20%, que han distorsionado las producciones generando mermas por pérdida de peso por deshidratación en las uvas. Aquí, en la zona donde nos encontramos, entre Rota y Chipiona, la gente no recuerda un episodio similar”.
“Con respecto a la sequía, afortunadamente, pertenecemos a la Costa Noroeste. Nuestra comunidad de regantes todavía dispone de agua y su escasez no es un problema tan grande como lo es en la cuenca del Guadalquivir; de hecho, están viniendo agricultores a esta zona porque no tienen otra alternativa para seguir cultivando. Pero si seguimos con esta situación, tendremos problemas. Esperemos que la primavera sea más lluviosa y ayude a solucionarlo”.
“Quizá, con los cambios que se están produciendo en el clima, tengamos que pensar cada vez más en variedades más resistentes. Hasta ahora, no hemos prestado atención a este factor; hemos puesto el foco en el sabor, la forma y el color, nunca hemos tenido en cuenta la resistencia a climas extremos, pero es posible que sea algo que tengamos que ir poniendo en nuestra agenda”.
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Torremesa
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