"En invierno, solo 12 de nuestras 80 hectáreas están iluminadas. Realmente lo hacemos por los clientes, porque, en lo referente a precios, no deberíamos encender las plantas en absoluto", dice Leo van der Lans en Algemeen Dagblad. Habla sobre la situación en su explotación agrícola y dice que, para otros cultivadores, todo ha terminado.
El mayor desastre que podría pasar es que hiciese mal tiempo en el sur de Europa, señala el productor en el periódico. "Entonces tendríamos los estantes vacíos en los supermercados y tendríamos que lidiar con los altos precios de las verduras". El invierno pasado, a pesar de la crisis, esto no fue un problema, ya que más agricultores todavía podían hacer una cosecha de invierno y el cultivo continuó en el sur de Europa.
Como muchos en el sector de la horticultura, incluida la agricultura de invernadero, Leo apunta a la extracción de gas en Groninga como una solución, si se regula adecuadamente para las personas allí.
El presidente de Glastuinbouw Nederland, Adri Bom-Lemstra, también se expresó al respecto. Advirtió que los agricultores holandeses producirán muchas menos flores, plantas, frutas y verduras. El diputado de la VVD, Jan Huitema, habló de los peligros de una posible crisis alimentaria en un podcast.