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Menos kiwi en Pontevedra pero de mayor calibre

La cosecha de kiwis está en su recta final en O Salnés, donde el ligero descenso en la producción se verá compensado con fruta de mayor calibre respecto al año pasado, como indica el productor Rubén Vila, que permitirá obtener un “mejor precio”. En su caso, solo le falta por recolectar la producción de una finca en la que los niveles de azúcar todavía están bajos.

En cuanto al precio, este año hay mucha incertidumbre. En la cooperativa Horsal tratarán de vender el kiwi entre un 5 y un 10% más caro que el año pasado, para compensar el aumento de los costes de producción, pero que lo consigan dependerá en último extremo de la demanda en mercados como los de Valladolid o Zaragoza. En cualquier caso, las primeras impresiones parecen buenas, “y la campaña comercial ha arrancado un poco por encima de la de 2021”, indica el gerente de Horsal, Fernando Veiga.

Vila recuerda que el kiwi sigue siendo un cultivo con tirón en el mercado, pero alerta de la falta mano de obra. Advierte, por ejemplo, que podar sus árboles puede suponer entre dos y tres semanas de trabajo, y que una persona con otro empleo no puede disponer de ese tiempo. Por ello, avisa de que, “el campo se va a acabar”, si la administración sigue atosigando a los productores con la burocracia y persisten los problemas para encontrar temporeros.

Y a este problema, en Galicia se suman los robos. El productor Ramiro Gómez lleva años reclamando más presencia policial en el medio rural en las semanas previas a la recolección de kiwis por el robo de fruta, que este año ha padecido nuevamente.

Ramiro cuenta que descubrió a tres personas robando en fincas suyas. En un caso, logró fotografiar la matrícula del coche de un hombre de unos 50 años que estaba sustrayendo fruta de sus fincas y pudo interponer una denuncia. En otra ocasión, el propio Gómez localizó en una de sus fincas a una mujer de unos 60 años que estaba cortando fruta. “Llevaba unos tres kilos y le hice pagar 20 euros”.

El agricultor advierte de que, en muchos casos, los ladrones no roban para comer ellos la fruta, sino para venderla en la carretera o puerta a puerta, y lanza un aviso a los consumidores: “La fruta este año está cara, y si a uno se la ofrecen barata, igual la coge, pero la fruta hay que comprarla en las tiendas porque la robada puede tener tratamientos fitosanitarios recientes”, advierte.

 

Fuente: farodevigo.es

Fecha de publicación: