Las precipitaciones de las últimas tres semanas en el sur de España han interrumpido y afectado a parte de la cosecha de ajo temprano, tipo Spring. Todavía es pronto para hacer valoraciones globales, pero se espera que se reduzca la oferta a causa las mermas ocasionadas por el exceso de humedad.

“Debido a los altos costes de producción y la dificultad de traslado de los mismos a los mercados, al final de la temporada anterior muchos agricultores tuvieron que reducir las superficies de plantación, incluso algunos abandonaron este cultivo", cuenta Juan Carlos Navarro, director general de Big Garlic.
"Estimamos que la superficie cultivada de ajo este año se redujo alrededor de un 15% respecto al año anterior. Esta temporada el ajo ha tenido un cultivar con alta calidad y gran tamaño. En el ajo Spring estamos con una media de 70% por encima del calibre 60 mm. Esta circunstancia hacía que fuésemos optimistas respecto a la cosecha puesto que un mayor rendimiento por hectárea podía compensar el descenso de superficie cultivada", recuerda.

No obstante, las lluvias intermitentes de las últimas semanas han complicado las proyecciones del sector cuando estaba en plena recolección.
“Además de dificultar las tareas de recolección, el exceso de humedad en el ambiente afecta al secado del ajo. El sector del ajo español es muy profesional y está realizando todos los esfuerzos y acciones necesarias para intentar paliar en lo posible las consecuencias de un clima tan adverso en tiempos de recolección. Es prematuro hacer una evaluación de la situación general, pero sabemos que una parte de la cosecha estará afectada en mayor o menor medida. Hasta que no pasen unos días después de finalizar las precipitaciones y podamos concluir el trabajo con el ajo Spring, no sabremos el alcance de los daños, pero claramente hay mucha inquietud al respecto”, explica Juan Carlos Navarro.
Estas circunstancias vuelven a poner el foco a un sector que no está en condiciones de soportar otra campaña con costes por encima de las ventas.

“Afortunadamente, el ajo morado no está afectado por las lluvias al ser una variedad más tardía, el clima fresco y húmedo le ha favorecido para el crecimiento. Si no llueve en la etapa de recolección, tendremos una excelente calidad y buenos calibres", avanza Juan Carlos Navarro.
"Todavía no hay una definición clara en los mercados internacionales para los precios de esta campaña, pero las primeras impresiones son que estarán por encima de los de la temporada pasada. Observamos que China también ha visto mermada su cosecha por menor área de plantación y bajo rendimiento por hectárea. Así mismo, parece que también se vieron parcialmente afectados por las lluvias en tiempos de recolección. Esto nos lleva a pensar que existirá menor oferta global y una mejora de los precios”, avanza el director general de Big Garlic.
Juan Carlos Navarro recuerda que, así como el sector del ajo fresco español cuenta con un nivel de protección comercial en la Unión Europea, con el cupo de licencias de importación, y puede proteger mejor su agricultura de la competencia de otros países con menores costes de producción, no es el caso para el ajo procesado (deshidratado, congelado, etc.).
“Hay libre entrada en Europa para este tipo de productos de cualquier origen. Esta situación hace difícil el desarrollo de una industria europea del procesamiento industrial de ajo. Si se aplicaran medidas como las que se aplican para el producto fresco, se desarrollaría una necesaria industria europea que podría pagar mejores precios a sus agricultores por el ajo dañado, de forma que estos cubriesen en cualquier caso sus costes de producción, no poniendo en riesgo la continuidad de un sector tan beneficioso para el campo español, por la cobertura social, económica y ambiental que supone para las amplias zonas de baja población en las que se desarrolla”, manifiesta.
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