La cosecha de cereza alicantina ha sufrido pérdidas muy importantes. Apenas hay producción y las picotas o burlats, dos variedades específicas que se cultivan en la IGP Cerezas de la Montaña de Alicante, casi no llegan al consumidor final. Las lluvias de mayo “han arruinado”, según La Unió Llauradora i Ramadera, la cosecha en buena parte de las zonas productoras, con especial incidencia en la zona de la IGP, que esperaba unos 4 millones de kilos esta campaña y que se habrán quedado en apenas 500.000 kilos.
Explica la asociación agrícola que en esta zona ya existían muchas explotaciones con pérdidas totales, ya que a las precipitaciones de esta extraña primavera hay que sumar la sequía anterior y las elevadas temperaturas en la floración.
En consecuencia, en los lineales del supermercado hay poca cereza alicantina. Lo explican desde Mercadona, que trabaja con 13 proveedores de cuatro zonas productoras: Valle del Jerte, Alicante, Catalunya y Aragón. Fuentes de la compañía explican que este año las zonas productoras del Valle del Jerte y de Alicante han bajado su producción “principalmente por las lluvias, por tanto los suministros llegan de Aragón y Catalunya”. Y aunque comercializan cereza en todas sus tiendas, el supermercado prevé que la campaña finalice un poco antes, a finales de julio, debido a las condiciones meteorológicas.
Fuente: La Vanguardia