La producción de fruta de hueso en Aragón ha recuperado este año su potencial tras las heladas de 2022 y 2021, pero las condiciones meteorológicas de la primavera, aunque de manera diversa a los pasados años en los que las heladas arrasaron con buena parte de la fruta en los árboles, también han dejado su huella en la campaña impactando esta vez en el tamaño de la fruta.

“La campaña en el sur de la provincia de Huesca, que es donde trabajo, se ha presentado en ese aspecto bastante difícil porque los calibres de estas primeras variedades están siendo pequeños. Todos pensamos que es porque, por el frío de finales de marzo, la floración vino un poco tarde, con aproximadamente una semana de retraso, y la cosecha se adelantó también una semana, por lo que realmente la fruta ha estado 15 días menos en el árbol y eso se está notando mucho en el calibre que estamos cosechando”, explica Jesús Paniagua.

“De hecho, casi todo lo que se está cosechando en todas las especies –melocotón, nectarina y paraguayo– es B y C; hay algo de calibre A, pero muy poca fruta de calibres AA y AAA, que son los que busca el mercado en el que yo trabajo principalmente, Italia, gracias a la sociedad que tengo con la empresa de Florencia Anchise Paoli”.
“Se podría hacer una muy buena campaña pero tenemos este problema”, remarca Jesús, “porque Francia no está teniendo mucha producción y en Italia las inundaciones han reducido mucho la cosecha; además, la fruta que queda está teniendo muchos problemas porque aguanta menos –como también está ocurriendo con la fruta de Murcia–, y en ambos países los calibres que están teniendo también son pequeños”.

“Ahora solo nos queda confiar que las variedades que se cosecharán en una semana o 15 días, de julio en adelante, vengan con más tamaño y se diversifique la oferta, porque hay una diferencia de precios muy grande entre lo que hay y lo que busca el mercado”.
“En estos momentos el precio de venta en el mercado para los calibres B está en 90 céntimos el kilo, la fruta de calibre A se vende a 1,10-1,20 euros, los AA están a entre 1,50 y 1,70 euros por kilo, y la fruta de calibre AAA se vende a 1,80-2,00 euros”.
“Los calibres C se están derivando para zumo e incluso los B, que se están vendiendo como se puede; pero el problema es que no hay la fruta que pide el mercado porque entre un 70 y un 80% de la fruta está por debajo de los calibres AA y AAA”.
“Por ahora nos está llamando la atención que las ventas son bastante tranquilas, pero poco a poco los clientes van a tener que ir adaptándose a que esta es la fruta que hay este año”, señala Jesús.
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Jesús Paniagua
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