"Es la crisis de los albaricoques", comienza Jérôme Jury, productor de albaricoques y presidente de ODG Qualité Fruits Plus. "Llevamos una semana sin poder vender nuestra producción". Aunque "todos los planetas se alinearon para la campaña de 2022", este año la situación económica es especialmente desfavorable para esta pequeña fruta con hueso de verano.
Una oferta muy notable en las tres zonas de producción
"Está ocurriendo algo que no habíamos previsto en absoluto. Hemos tenido un cúmulo de circunstancias que están complicando enormemente la comercialización, empezando por unas condiciones meteorológicas desfavorables. En junio llovió mucho en el sur de Francia, lo que no solo retrasó 10 días el inicio de la campaña, sino que también hizo que los albaricoques maduraran mucho más deprisa. Como resultado, estamos viendo un enfrentamiento tanto entre las variedades como entre las regiones. Todos están madurando al mismo tiempo, y estamos acabando con enormes cantidades de producto en el mercado".
El consumo se ve afectado por los acontecimientos políticos y sociales
Además de estas preocupaciones de producción, el consumo está en horas bajas debido al clima sombrío que afecta actualmente a Francia: "Los acontecimientos sociales y políticos están creando un ambiente de pesimismo, que repercute necesariamente en el consumo. Muchas tiendas han cerrado este fin de semana, y las ventas han sido muy escasas durante 4 días, lo que ha tenido un gran impacto en el mercado. Todas las cadenas anunciaron pérdidas de entre el 30 y el 40%. Esto, combinado con el exceso de volúmenes, ha afectado mucho al mercado".
El posicionamiento de algunas cadenas perjudica al sector
El tercer elemento que contribuye al estado actual del mercado es el posicionamiento de ciertas cadenas de la gran distribución en esta situación ya delicada: "En primer lugar, ciertas cadenas de la gran distribución y mayoristas han tardado mucho en abrir líneas francesas. Antes de la semana pasada todavía había fruta de hueso española en los estantes. Pero hemos hecho un gran esfuerzo en los últimos años para mejorar la calidad de nuestros albaricoques: los recogemos cuando están maduros, hemos mejorado las condiciones de cosecha y hemos eliminado las variedades menos sabrosas en favor de las más sabrosas pero también más difíciles de trabajar. Atrás quedaron los años de COVID, cuando se tomó conciencia del consumo local y nacional. En el espacio de 6 meses, con la inflación, todo eso se ha olvidado. El comportamiento de algunos compradores y el ambiente que reina en el mercado son totalmente contrarios a nuestra autonomía alimentaria. Si seguimos vendiendo por debajo de los costes de producción, vamos a perder todavía más cuota de mercado". 
Los albaricoques Label Rouge luchan por encontrar su lugar en esta guerra de precios
En lo que respecta a los albaricoques Label Rouge, aunque el comienzo de la temporada fue bueno, la fruta premium está luchando por encontrar su lugar en esta guerra de precios: "Al principio de la temporada, teníamos incluso más demanda que oferta. No pudimos etiquetar tantos albaricoques como queríamos porque el nivel de graduación Brix no era lo suficientemente elevado debido a las lluvias. Este fue el caso de la variedad Orange Red que todo el mundo estaba esperando. Y ahora mismo, en la guerra de precios bajos que libra la gran distribución, los productos de gama alta tienen dificultades para hacerse un hueco. Por encima de todo, intentamos mantenernos a flote".
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Jérôme Jury
ODG Qualité Fruits Plus
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Anne-Lise Chaussabel
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