La disponibilidad de sandía española ha sido severamente limitada en las últimas cuatro semanas debido al impacto de las abundantes precipitaciones y olas de calor durante los meses de mayo y junio en las zonas productoras del Levante y suroeste de la península. Esto ha dado lugar a una falta de abastecimiento en Europa y situaciones de tensión en la compra y venta de sandía, una situación la cual se prevé que empiece a mejorar a partir de la semana que viene.
“Desde el norte de Almería hasta Tarragona, las fuertes precipitaciones y tormentas de granizo y el alto número de días nublados entre mayo y junio provocaron una alta afectación en la calidad y la cantidad de sandía disponible para la comercialización, siendo el norte de Almería y la Región de Murcia, las principales zonas productoras de España, las más afectadas”, explica Carlos Nemesio, responsable de ventas de sandía de Anecoop, la mayor operadora de este producto en España.
Se trata de una situación bastante complicada y que ha perjudicado a todo el sector de forma generalizada. “La verdad es que la caída tan drástica de volúmenes de sandía la vimos solo con 15 días de antelación. Sabíamos que venía una bajada importante pero no esperábamos que supusiera en algunos casos hasta el 100% de la entrada. Ha sido ciertamente difícil predecir tal cúmulo de condiciones que den lugar a un desabastecimiento”, indica Carlos. “Definitivamente, necesitamos mejores herramientas para pronosticar con tiempo y mayor precisión las consecuencias de la meteorología adversa ”.
Y es que, además de la zona del Levante, las lluvias de junio, a las que les siguieron fuertes olas de calor, provocaron que en Sevilla y Córdoba se precipitase el final de campaña en casi tres semanas. “Anecoop ha invertido de forma importante en estas zonas productoras del sur de España, donde esperábamos recolectar hasta el 15 de julio, aunque el 23 de junio ya habíamos terminado porque nos quedamos sin producción”.
Junio es un mes en el que la demanda suele crecer significativamente por la llegada del verano, y apenas hay todavía producción de ningún origen en el Mediterráneo, siendo España el principal proveedor. “Estando España tan mermada en producción de sandía, todavía no habían empezado con fuerza Grecia, Italia, Turquía o incluso Francia, por lo que ha habido operadores que incluso han hecho pedidos en Brasil. Los precios de la sandía se han disparado a 1,50 € el kilo en la distribución española y entre 2 y 3 euros en otros países del centro de Europa”.

Se trata, de acuerdo con Carlos Nemesio, de una situación que no favorece a ninguna parte involucrada en la cadena de valor, ya que el productor no obtiene beneficios con rendimientos tan bajos, aunque los precios sean elevados y el consumidor se encuentra con precios prohibitivos en los estantes y, en ocasiones, con fruta que no cumple sus expectativas, lo que no fomenta el consumo. Por otra parte, “los operadores nos encontraremos con más competidores de cara al futuro, ya que muchas cadenas europeas han buscado alternativas en otros países”.
El responsable de ventas de sandías y kaki de Anecoop espera que, a partir de la semana que viene, empiece a mejorar la situación. Tras un mes de junio más caluroso de lo habitual, “confiamos en que la semana que viene comience a haber más oferta y mejore la calidad. Valencia está en estos momentos en su pico máximo de producción y a Murcia todavía le quedan tres semanas fuertes. Además, la semana que viene empezarán a recolectarse las primeras sandías en Castilla-La Mancha, donde esperamos una cosecha normal. Agosto será diferente y, aunque no llegaremos a nuestro objetivo de 150.000 toneladas, seguiremos ofreciendo sandía con continuidad hasta finales de septiembre”, concluye Carlos Nemesio.
Para más información: anecoop.com