En la región de Saint Louis, concretamente en el departamento de Podor (Senegal), Maïrame Kane y su familia cultivan frutas y verduras. "Mis padres son productores, así que he estado vinculada al sector agrícola desde niña. Más tarde, estudié para entrar en el mundo laboral como abogada en una ONG. Pero hace tres años decidí volver al campo y convertirme yo misma en agricultora", explica Maïrame Kane.
En la actualidad, Maïrame cultiva arroz, trigo, cebollas, berenjenas, remolachas, calabazas, chiles, bissap y gombo en un centenar de hectáreas. Ahora quiere vender sus productos en el continente europeo: "Tenemos la suerte de contar con muchas tierras cultivables, lo que nos permite diversificar nuestros cultivos y ofrecer productos en cantidades notables. Mi objetivo son los mercados europeos para vender mis productos y producir más. Nuestros productos estarán disponibles a partir de finales de junio, con un gran potencial de desarrollo en función de las necesidades de nuestros socios. Además, tenemos la ventaja de poder producir frutas y verduras frescas y de calidad, que entregamos directamente después de la cosecha, y de garantizar a nuestros clientes un suministro regular. Para ello, nuestros productos se envasan en las instalaciones, directamente en la finca o en el campo".
Al trabajar en un clima saheliano, las temperaturas pueden ser especialmente altas. Por ello, los cultivos poseen riego. "Para poder producir en un clima así, tenemos que utilizar el riego. Utilizamos muy pocos productos fitosanitarios, y nos basamos más en lo que tenemos localmente, como los residuos de nuestras vacas. Así podemos producir de forma ecológica".
Las cosechas de gombo, berenjena y calabaza están a punto de empezar. En cuanto a las cebollas, remolachas y tomates, la campaña empezará en octubre, cuando las condiciones meteorológicas sean más favorables para estos cultivos.
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Maïrame Kane
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