Los arranques de patatas ya se han generalizado en toda Castilla y León. “De hecho, ya llevaremos un 20% arrancado en la región”, explica Marco Martín, presidente de la Asociación de Operadores de Patata en Origen de Castilla y León (Asopocyl). “La campaña empezó pronto, a principios de julio e incluso en algunas zonas a finales de junio. Hubo algunos momentos de incertidumbre porque, cuando se empezó, aún había patatas de Andalucía, Murcia o Levante, pero para nuestra sorpresa se abrió la exportación y tanto Francia como Bélgica y Holanda han barrido con las variedades tempranas, de manera que en estos momentos el mercado está incluso con cierta falta de producto y los precios van al alza”.
En 2022 la superficie de patata en España sufrió un ligero repunte del 0,7% frente a la campaña anterior, impulsada por el ascenso en Galicia, que según los datos compartidos en el análisis de la campaña del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (con datos hasta septiembre de 2022), fue la comunidad autónoma con la mayor superficie cultivada con patata en el país. No obstante, la 
contracción del 5% respecto al año anterior y del 13% respecto a la media de la superficie en Castilla y León –situándose en 16.400 hectáreas– no le impidió ser la mayor región productora de España pese a las dificultades climáticas a las que se enfrentó, que mermaron los rendimientos a nivel nacional llevando la cosecha española a mínimos históricos al situarse por primera vez por debajo de los 2 millones de toneladas anuales.
“Este año la superficie en castilla y León será de nuevo algo inferior al año anterior; estimamos que habrá unas 16.200 hectáreas. Los rendimientos serán algo cortos, porque hemos tenido problemas de todo tipo: de fríos, de calor, de pedriscos, heladas… Pero lo que sí podemos afirmar es que las calidades son bastante buenas”, destaca el también gerente de Patatas Pamaral.
“Las cotizaciones de las patatas en Castilla y León están subiendo poco a poco”
La temporada en Castilla y León ha comenzado en un contexto comercial muy particular, dando continuación a la campaña en las zonas del sur y el Levante, donde la caída de los rendimientos por la sequía y las adversidades meteorológicas elevó los precios hasta cotizaciones puntuales de hasta 70 céntimos por kilo en origen. Para tener una idea de lo que significa este precio, en 2022 el valor unitario medio de las exportaciones de patata en España se situó en 30 céntimos el kilo después de un aumentar un 27% interanual.
“Es muy difícil trabajar con esos niveles de precios pensando en los clientes finales, pero al menos en Castilla y León han servido para que, cuando ha venido el bajón de las cotizaciones con el aumento de la oferta, que se preveía, no haya sido tan grande: hemos pasado de los 70 céntimos por kilo que se estaban pagando en Andalucía a 24-25 céntimos, que no está tan mal”.
“Ahora, además, están subiendo poco a poco”, remarca Marco. “Este año la patata tendrá un mercado al alza”.
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