No ha sido una temporada de cultivo fácil para los pimientos picantes en México, ya que el tiempo ha afectado significativamente a la oferta. "El calor no tiene precedentes y está afectando mucho a todas las variedades", afirma Jimmy Garza, de Bebo Fresh, en Texas. "Al igual que todos los demás, estamos teniendo problemas con la oferta". Aunque Bebo cosecha sus pimientos picantes durante todo el año en diferentes zonas de México, el volumen ha bajado en todas partes. "Rotamos de la parte central a la occidental, pero la transición ha sido difícil de coordinar esta temporada, y estamos teniendo que apañárnoslas como podemos”, manifiesta Garza.
Volatilidad en campo abierto
Los pimientos picantes se siguen cultivando de la forma tradicional, en campo abierto. "Hay mucha más volatilidad en comparación con un entorno controlado como una casa de sombra o un invernadero", dice Garza. "Creo que las ventanas del campo abierto se han ido acortando, y cada vez nos afectan más los problemas meteorológicos". Los productores se enfrentan al dilema entre cultivar en campo abierto o en un entorno controlado. "Existe la posibilidad de cultivar pimientos picantes en un entorno controlado, pero para justificar la inversión necesitaríamos un precio adecuado y constante. Invertir en un nuevo cultivo conlleva un riesgo importante. Los agricultores son cada vez más reacios a este tipo de inversiones. Están dejando de hacerlas".
Con una oferta muy volátil esta temporada, la demanda supera a la oferta. Los Jalapeños, Serranos, Poblanos, etc., se ven afectados. Como resultado, los precios son elevados. "En general, los precios han subido un 25%", comenta Garza. Los Serranos cuestan 1 dólar la libra (454 g) al por mayor, mientras que los Poblanos cuestan 2 dólares la libra al por mayor. Como resultado del incremento en los costes de los insumos, así como de la inflación, los aumentos de precios se han vuelto comunes y no son extraños desde hace mucho tiempo. "Las nuevas subidas se convierten en lo normal".
Valorar lo que quiere el consumidor
Aunque la demanda es mayor que la oferta, eso no significa que el consumidor se limite a comprar lo que hay. "Los consumidores se han informado bien sobre los tipos de pimientos picantes que quieren", expresa el experto. "Hay mucha variedad, y si tenemos un Jalapeño más pequeño, prefieren uno más grande, o piden una variedad de pimiento picante rayado. Ha sido difícil valorar lo que quiere el consumidor".
"En definitiva, es un año difícil para los pimientos picantes, y todo el mundo siente la presión".
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Jimmy Garza
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