La batalla contra los recortes en el trasvase Tajo-Segura se sigue librando en los tribunales, donde, si bien el Supremo ya ha rechazado sendos recursos de la Generalitat y la Diputación de Alicante, el conflicto continúa abierto.
Pero fuera de los despachos, los recortes anunciados en el trasvase Tajo-Segura empiezan a tener consecuencias. Y es que la producción de hortalizas de invierno del sur de la provincia de Alicante, sobre todo en la Vega Baja, y principalmente alcachofas, se va a reducir considerablemente la próxima campaña en unas 12.000 toneladas.
José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, explica que “el miedo a quedarse sin agua” hará que los agricultores disminuyan sus plantaciones alrededor de un 30%, ya que el nuevo plan hidrológico del Tajo hasta 2027, que cuenta con el aval del Gobierno, fija por primera vez caudales ecológicos en ese río, lo que se va a traducir en un notable recorte del agua trasvasada a la cuenca del Segura.
Así, además de las restricciones ya aplicadas este año, está previsto que la provincia deje de recibir un mínimo de 10 hectómetros cúbicos de agua. La merma, con todo, irá ampliándose en ejercicios sucesivos hasta que solo lleguen 30 hectómetros de los más de 60 a los que tenía derecho.
Las consecuencias económicas van a ser desastrosas, dado que se esperan unas pérdidas millonarias. “Estamos hablando de un auténtico desastre, porque las alternativas que se nos ofrecen, como el agua desalada, son caras y de una calidad dudosa”, argumenta Andreu.
Fuente: informacion.es