Tras dos años muy afectada por las heladas de primavera, este año la cosecha europea de fruta de hueso iba a ser mayor impulsada por la recuperación de la producción española, que aumentaría especialmente en nectarina y paraguayo, y la francesa, que crecería por segundo año consecutivo; y que ambos crecimientos contrarrestarían los descensos de Grecia y de Italia, sensiblemente mayor por las lluvias de primavera.
“Al principio de la campaña pareció que faltaba fruta en Italia y se estuvieron exportando albaricoques tempranos de la zona de Murcia, pero al final en Italia en general ha habido bastante fruta para suministrar tanto al mercado interior como a los mercados internacionales y las exportaciones desde España no han sido significativamente mayores”, explica el agente comercial José Guillem.
“Al igual que en Italia, en Francia también se tiene la misma sensación porque en el país ha habido bastante fruta y los precios por la fruta española no han sido totalmente rentables para los agricultores. De hecho, ha habido momentos en los que el paraguayo se ha pagado a 45 céntimos por kilo en palots, por exceso de oferta y falta de calibres”, recuerda José. “Los problemas de bajos calibres han estado también en melocotón y nectarina, con precios que no han sido muy buenos, aunque, afortunadamente, en esta última parte de la campaña en la que ha entrado el melocotón amarillo de la zona de Calanda, el tamaño de la fruta ha mejorado y, con él, el consumo y las cotizaciones de la fruta”.
Ya solo queda melocotón amarillo en Aragón, que continuará todo el mes de septiembre, y algo de melocotón rojo en Lérida y Gerona, además de las ciruelas, cuya campaña se prolongará hasta casi noviembre, explica José Guillem, “pero, aunque ha habido unos mayores volúmenes, al final este año no habrá sido demasiado bueno para los agricultores o las cooperativas por la falta de calibre y los precios bajos, que han disminuido el aprovechamiento de la mayor producción. De hecho, las liquidaciones no serán del gusto de todos”.
“Con respecto a las ciruelas, falta Angeleno en España. Se está pagando a entre 70 y 75 céntimos por kilo en 5 kg a granel y en palots a 60-65 céntimos, mientras en Italia el año pasado la ciruela Angeleno se liquidó incluso a 20 céntimos. Y a esta falta que ha habido desde el inicio de la campaña, se sumó la semana pasada la piedra, que en Extremadura tocó algunos campos aún por recolectar. Uno de los clientes de Badajoz con los que trabajo ha tenido él solo más de 100.000 kilos de pérdidas por ese último episodio de pedrisco”.
“Los cítricos que están llegando al mercado europeo desde los otros orígenes son calibres grandes”
Mientras acaba la temporada de fruta de hueso de manera acelerada en estas últimas semanas, el punto de mira comercial empieza a situarse sobre la campaña de cítricos, que empezará en cuestión de semanas con las primeras Satsumas y variedades extratempranas, y en la que se espera una producción sensiblemente corta.
“Se habla de que podría haber hasta un 30% menos de producción respecto a la campaña pasada, cuando ya hubo menos cítricos, en zonas como Andalucía, y también de fruta con una apariencia ‘aperada’ como consecuencia del calor y de la escasez de riegos, pero de buena calidad. Con respecto a los calibres se esperan más cortos que otras campañas. En estos momentos se demandan cítricos para zumo de calibres pequeños porque desde otros orígenes está llegando fruta con tamaños grandes, pero en naranjas para mesa se seguirán pidiendo calibres gordos”, comenta José. “Lo que sí podemos asegurar es que la compra en campo está siendo con precios más altos que las últimas temporadas”.
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