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Elie Haddad, de Farmers Valley

La viticultura libanesa está apostando por las variedades apirenas

En 2021, se exportó casi el 90% de las 59.000 toneladas de uvas producidas en el Líbano, como revelan cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Se trata de un indicador claro de la alta calidad del producto. No obstante, es un volumen modesto en comparación con las 270.000 toneladas de Grecia, las 300.000 toneladas de España y las 720.000 toneladas de Italia (cifras del USDA). Pese a su pequeño tamaño, merece la pena analizar en mayor profundidad el cultivo de uva libanés de la mano de Elie Haddad, de Farmers Valley, productora de uva de mesa y fruta de hueso del valle de la Becá.

"En 2005, las exportaciones libanesas de uva a Europa fueron decentes, pero faltaba calidad", comienza Elie. "Es algo que ha cambiado en los tres últimos años, en los que el foco se ha puesto en las variedades sin pepitas y en la calidad superior". Las cifras de la AO corroboran la afirmación de Eli, que muestran unas exportaciones que oscilaban entre 15.000 y 30.000 toneladas entre 1978 y 2019, para pasar a 47.000 toneladas en 2020 y 52.000 toneladas en 2021.

Crecimiento constante
Elie plantó su viñedo en 2018 con variedades rojas y blancas sin pepitas, entre las que se encuentran Arra 15 y algunas variedades libanesas. Hoy por hoy, cosecha 300 toneladas anuales en 6 hectáreas. Es un actor pequeño por ahora, aunque ambicioso, pues su plan es ir creciendo pronto a ritmo constante, y no solo en superficie y en introducción de nuevas variedades (planea incorporar Arra 36 al surtido de productos el próximo año), sino también con la construcción de unas nuevas instalaciones de confección.

"En la actualidad, envasamos algunas de nuestras uvas en el campo y otras en las instalaciones de envasado de la empresa. También trabajo con terceros en cuestiones de logística. Para que un sector crezca, es fundamental que haya cooperación. Todavía no exporto mis uvas a Europa, se lo dejo a las empresas de exportación más grandes", dice Elie.

Clima estable con unos costes de inversión razonables
Según explica, el clima estable del Líbano y su suelo fértil son idóneos para el cultivo de uva, por lo que se obtiene una calidad superior. "Un amigo mío, un vinicultor italiano, me dijo hace poco que aquí se podía cultivar con éxito cualquier variedad de uva. Tenemos muchas horas de sol, suficientes lluvias anuales, buenas reservas de agua subterránea, tiempo seco de mayo a principios de noviembre y ausencia de granizo devastador. Por lo tanto, el país reúne todas las características necesarias para elevar el cultivo de uva en lo referente a sabor, vida útil y rendimientos medios".

Implantar una hectárea de uva de mesa cuesta una media de entre 18.000 y 40.000 $ con cubierta, por lo que la inversión también es mucho menor que en Europa. "La cobertura no es imprescindible aquí, al menos no para proteger las uvas de la lluvia o el granizo, o para controlar la cantidad de luz UV. Eso significa que podemos ofrecer, como mínimo, la misma calidad que Italia, pero a un menor coste", añade Elie Haddad.

Desperdicio cero
Aparte de un producto de calidad, Farmers Valley ofrece algunas ventajas más: una filosofía desperdicio cero y métodos de cultivo modernos y sostenibles. "Los restos vegetales se dejan en el suelo para enriquecer la materia orgánica. Y todas nuestras uvas, desde la primera hasta la última, tienen un destino asignado en función de su calidad: mercado de frescos, vino, zumo, melaza, licores e incluso vinagre. Gestionamos el agua con riego por goteo y, gracias a un sofisticado programa de protección de cultivos, nos quedamos por debajo de los LMR en todos los análisis de laboratorio. Todas nuestras certificaciones lo atestiguan, lo que nos permite comercializar nuestro producto en cualquier parte del mundo".


Viñedo rodeado de mallas para protegerlo de los insectos y de animales no deseados.

Las exportaciones ofrecen más oportunidades que el mercado local
"Tardamos cerca de tres semanas –de finales de septiembre a la primera quincena de octubre– en cosechar nuestras uvas. Así, en el mercado internacional, evitamos la competencia de Egipto, que recolecta más temprano. De hecho, las últimas variedades del hemisferio norte son las del Líbano antes de que comience la temporada peruana", explica Elie.

A pesar de los retos logísticos y la fluctuación de los tipos de campo, prefiere la exportación al mercado local. "Antes de 2019, año turbulento económicamente, los precios de las uvas en el mercado local eran bastante buenos, entre 2 y 3 $ por el producto no envasado. Pero el precio cayó a alrededor de 1 €, y ahí sigue. Tenemos una posición mucho mejor en mercados como Malasia y Singapur pese al largo tiempo de tránsito y la competencia china con las uvas Shine Muscat más baratas. Nuestro producto alcanza precios altos allí gracias a su calidad".


El CBI ayudó a Elie a conseguir las certificaciones.

Aunque el mercado local ha perdido su atractivo, Arabia Saudita ni siquiera ha sido una opción desde 2018. No directamente, al menos. "Antes exportábamos bastante allí, pero ahora se ha vetado. No obstante, el producto libanés sigue entrando al mercado saudí, aunque de manera indirecta, a través de Emiratos Árabes Unidos. Nos pagan bien las uvas. Nuestra fruta es muy conocida en los Estados del Golfo gracias a su excelente sabor. Podríamos abrirnos paso también en Europa, dada la calidad, pero algunos productores y exportadores aún tienen que trabajar un poco en sus especificaciones".

Elie asegura que las uvas libanesas no tienen ningún problema para competir con las uvas turcas en materia de sabor. Turquía es uno de los mayores productores de todo el mundo (2,2 millones de toneladas en 2022/2023, según el USDA). "Tienen problemas meteorológicos que nosotros no tenemos. Sin embargo, desde este año, afrontamos subidas en los costes de los plaguicidas y los fertilizantes por unos mayores impuestos y aranceles", concluye. Pese a los actuales precios de los insumos, Elie, que confía totalmente en la excepcional calidad de las uvas libanesas, tiene buenos motivos para tener grandes esperanzas puestas en el futuro del sector.


El fértil valle de la Becá.

Para más información:
Elie Haddad
Farmers Valley
Valle de la Becá (Líbano)
Tel.: +961 71 989 796
[email protected]

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